VUELTA DE TUERCA
Bush pide árnica
BUSH h ve cómo se le acerca peligrosamente la fecha de la reelección -a finales del próximo año-, y advierte horrorizado cómo se le complica el problema iraquí. Mantener gran cantidad de efectivos militares lo obliega a realizar cuantiosos gastos, que ya son insoportables para la debilitada economía norteamericana. Así las cosas, Bush ha dado instrucciones a su secretario de Estado, Colin Powell, para que prepare la propuesta de una nueva resolución de la ONU que otorgue mayor protagonismo a Naciones Unidas en la estabilización de Irak. La petición de árnica a la comunidad internacional cuando Bush ha embarrancado en sus propios errores es patética e irritante. La comunidad internacional debería meditar seriamente qué respuesta dar a tanta hipocresía.