Diario de León
Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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LOS AGRESORES de mujeres no dan la cara y por lo tanto no puede trazarse su retrato robot. En vista de eso, la policía investiga los perfiles de algunos canallas ya detenidos: ciertas alimañas suelen presentar rasgos comunes. La Guardia Civil y la policía intercambian datos para esclarecer los misteriosos crímenes. ¿Cómo son los que se dedican a matar jovencitas guapas en sus ratos libres?, ¿el asesino de Rocío Wanninkhof fue el mismo que acabó con la vida de Sonia Carabantes? Estos sucesos ya se estudian en conjunto y si existiese alguna coincidencia se abriría una nueva línea de investigación. Aunque no se descarta totalmente, los especialistas no creen en la hipótesis de un asesino en serie. Su principal característica sería la preferencia por la provincia de Málaga para cometer los delitos, pero es un dato insuficiente. Mucha gente viene a Málaga a pasarlo bien y a bañarse en el lago Mediterráneo y no en sangre. No es que haya una cierta psicosis de inseguridad, es que hay una psicosis de inseguridad cierta. Se estudia el carácter, tan parecido al del alacrán, de las personas implicadas últimamente en agresiones sexuales, pero ni Sofía ni Sonia fueron agredidas sexualmente. Por lo general, gustan de llevar cadenas al cuello y tatuajes en el pecho y en los antebrazos, pero no puede detenerse a todo el que incurra en esas cosas. El mal gusto no es delito. Acaso los asesinos que se buscan tengan no sólo una pinta normal, sino unas costumbres muy parecidas a las de cualquier otra persona, salvo esa de matar muchachas en flor. ¿Quién nos dice que no han acariciado alguna vez a un perro vagabundo o que querían mucho a una tía suya solterona? Quizá lleven en el cristal trasero de su coche una pegatina en la que se lee eso de «To el mundo es bueno». Dicen que una pista se centra en trabajadores de las ferias de los pueblos donde han ocurrido los orígenes. Todavía no se ha descubierto un ADN que delate el perfil de los agresores. Algún día puede que se llegue a eso. De momento, lo que necesitamos con más urgencia es un éxito policial.

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