VUELTA DE TUERCA
Armas y consecuencias
EL GOBIERNO aprobó «la inversión en armamento mayor de su historia», 4.176 millones de euros en quince años. En un sistema económico como el nuestro, sabiamente dirigido mediante el criterio del déficit cero, que todavía no cuenta con los servicios y las dotaciones sociales que requiere la colectividad, es claro que un incremento de los gastos de Defensa redundará en perjuicio de otras atenciones públicas. Si se quiere un Ejército más fuerte, habrá que pagarlo. Y ello habría de hacerse con cargo a un suplemento de los actuales impuestos, y no detrayendo recursos de otras partidas, con el consiguiente deterioro de nuestro todavía incompleto Estado de Bienestar. El Gobierno debería incrementar la presión fiscal y cargar por tanto valientemente con la impopularidad de su decisión.