Diario de León

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Soy un fumador suicida

Publicado por
FRANCISCO GARCÍA DIEGO
León

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CONFIESO ser un fumador compulsivo, de esos que echan más de menos el tabaco que el amor. Reconozco que, afectado por la asfixia, subo menos escaleras que votos Zapatero en las encuestas del CIS. Soy consciente de mi inmunidad frente a las campañas antitabaco que he visto hasta ahora. Pero oigan, empieza a darme pánico acercarme a las máquinas expendedoras de cigarrillos. Anoche no pude pegar ojo con los remordimientos de un asesino porque mi cajetilla enlutada me acusaba de matar niños, por dar rienda suelta a mi vicio. Mi mujer me ha retirado la palabra porque ha sido informada de que mi desgana viene provocada por una pérdida de potencia sexual directamente relacionada con la nicotina que me meto en el cuerpo. Mis hijos temen que me muera precipitadamente, como dicen las esquelas de los paquetes, antes de dejarles pagadas las carreras y las embarazadas se protejen de mí como si fuera El Químico de Sadam. ¡Que horror! Pero es que además me entero de que mi merecida tortura va a ir en aumento porque ahora el Gobierno quiere imprimir en mis cajetillas de Camel fotos de enfermos terminales de cáncer, víctimas del tabaco. Creo que los vendedores de pitilleras, en desuso desde hace cincuenta años se están frotando las manos. Y yo me pregunto: ¿Y si el tabaco mata más gentes que las guerras, las carreteras o el alcohol, por qué se vende libremente en los cuatro puntos cardinales? ¿Por qué se multa a quien conduce a más de ciento veinte por hora y no a quien produce sustancias homicidas? Tengo para mí que se está exagerando la nota. Creo también que alguien está jugando a dos barajas: por una lado redime sus culpas con terroríficas campañas y por otro llena sus arcas con los impuestos que dejamos los fumadores. Si el tabaco mata, retírese del mercado, como se retira cualquier veneno, pero dejen de asustarme. Mía es la responsabilidad individual, pero suya la colectiva. Las guerras no las provocan los soldados, sino quienes en los despachos políticos las deciden.

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