Sucesores

LA CONVERSIÓN de Mariano Rajoy en líder del Partido Popular y candidato a la presidencia del Gobierno ha sido sólo el primer eslabón de la cadena de sucesión de José María Aznar. Existían muchos aspirantes a ocupar su puesto y algunos de ellos han recibido el premio de consolación de repartirse las anteriores responsabilidades y honores del propio Rajoy en el Gobierno, convirtiéndose en sucesores del sucesor: así, Aznar ha tenido a bien nombrar a Rodrigo Rato vicepresidente primero, a Javier Arenas ministro de la Presidencia y a Eduardo Zaplana portavoz del Gobierno. Hay todavía otra sucesión de tercer grado, que corresponde a los sucesores de los sucesores del sucesor: la vicepresidencia segunda del Gobierno, para la que también se nombró a Javier Arenas, correspondía antes a Rato y, por otro lado, Julia García Valdecasas ha sucedido a Arenas en las responsabilidades al frente del Departamento de Administraciones Públicas. El otro cambio en el Gobierno, el del titular de Ciencia y Tecnología no ha respondido directamente a la cadena de sucesión, ya que se derivó de la candidatura de Josep Piqué a la Generalitat de Catalunya, pero incluso en este caso, la entrada de un hombre de Rodrigo Rato, Juan Costa, relaciona el nombramiento con los movimientos derivados de la sucesión de José María Aznar. Otros eventuales delfines, cuyos nombres se manejaron durante largo tiempo en las quinielas políticas, se han quedado como estaban: Ángel Acebes, al frente de Interior y, fuera del Gobierno, Alberto Ruiz Gallardón, como alcalde de Madrid y Jaime Mayor Oreja, con la difícil papeleta del País Vasco. Para alguno de ellos tal vez resulte posible una segunda oportunidad, pero tendrá que esperar al fin de la próxima legislatura.