VUELTA DE TUERCA
La razón sueca
LOS SUECOS no se han dejado impresionar por el elemento sentimental que provenía del asesinato de su ministra de Asuntos Exteriores, partidaria ferviente del sí al euro y quizá sacrificada en el altar de esta convicción. El no al ingreso en la dudosa aventura de la moneda única ha sido clamoroso. Las razones son obvias, y sin duda provienen de una reflexión perfectamente lógica. Suecia posee un envidiable Estado de Bienestar, magníficamente engrasado, y la situación de su peculiar economía es boyante. El crecimiento económico será este año del 1,5%, con unos tipos e interés del 2,75% y un paro del 5,4%, cercano por tanto al pleno empleo. ¿Qué sentido tendría en estas circunstancias adherirse a un club con un desempleo creciente y que se encuentran en recesión?