Diario de León

TRIBUNA

¿El Camino de Santiago existe?

Publicado por
OCTAVIO SAÑA ALCÓN
León

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EXISTE UN CAMINO milenario de peregrinación a Compostela para venerar el cuerpo del Apóstol Santiago sin fijar territorio. El concepto Camino de Santiago, lo hace el peregrino indiferentemente del terreno que pise: por eso es singular y hay tantos caminos como peregrinos. Etimológicamente, la palabra peregrino significa el que anda por tierras extrañas en actitud de penitencia para visitar y venerar en Compostela el Sepulcro de Santiago el Mayor. El tiempo crea unos tópicos difíciles de combatir que se vuelven historia, y el Camino de Santiago es uno de ellos. Este concepto, que yo sepa, empezó a utilizarse a mediados del siglo XX dándole un principio y un fin, aunque es absurdo limitarlo desde Roncesvalles-Somport hasta Santiago de Compostela. En mi peregrinación de Roma a Santiago, al pasar por Sutri, a 50 kilómetros de Roma, me dio la bienvenida un rótulo en el que se leía: «Camino de Santiago». El primer movimiento político serio para revitalizar el Camino de Santiago fue el nacimiento de la primera Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Estella (Navarra), en 1962, bajo los auspicios de la Diputación Foral de Navarra y los Ministerios de Obras Públicas e Información y Turismo, siendo titular don Manuel Fraga Iribarne. El Camino de Santiago fue declarado conjunto histórico artístico por el Decreto 2224/1962 del 5 de Septiembre (B.O.E. del 7 de septiembre). La Asociación de Estella, en el artículo primero de su reglamento, establece que uno de sus fines es promover el turismo por estas históricas y famosas vías. Aquí empieza el resurgir del concepto Camino de Santiago con acciones que lo publicitan como producto, interesando a historiadores, eruditos y gente sencilla. La Iglesia ya había organizado a finales de los 40, a través de los jóvenes de Acción Católica, la primera peregrinación a Compostela en la época moderna. La década de los 70 fue de transición y la de los 80 de expansión, creándose las asociaciones y trabajando en conjunto la Xunta de Galicia, dinamizadora y planificadora, con la Iglesia y las asociaciones, poniendo en práctica el Camino de Santiago. Culminó con el primer Congreso Internacional (Jaca, 1987) y resultados prácticos de esta reunión, han sido la creación de la Credencial del Peregrinos, las normas de uso de los Albergues, la publicación de la revista Peregrino , señalización del itinerario y un largo etcétera que convierten a la Ruta Jacobea en un camino vivo y en constante desarrollo. Con la promoción de los años santos de 1965, 1971 y 1976, el incremento en el número de peregrinos se hizo notar y un testigo ejemplar de acogida fue el Rector de la parroquia de Santa María la Real, de O Cebreiro, don Elías Valiña, verdadero motor del resurgimiento de la temática Jacobea. Coincidiendo con año 1962, se inician las obras de restauración: en primer lugar, del templo dedicado a Santa María la Real; luego, el adecentamiento del antiguo Hospital de Peregrinos, que abriría sus puertas en 1966 para acoger peregrinos. En mayo de 1985 tuvo lugar en Santiago de Compostela una reunión de personas que ya estaban atendiendo a los peregrinos, en sus propias casas o como elemento de la hospitalidad tradicional de los Monasterios e Iglesias. Don Elías Valiña fue nombrado coordinador de los medios que había. De él nacieron las flechas amarillas. Con el proceso de integración de países a la Unión Europea, el Camino de Santiago adquiere un nuevo significado histórico. Don Manuel Fraga Iribarne, como presidente de la Xunta de Galicia y principal promotor del Camino de Santiago como ruta turística, planifica y estructura, creando dos gerencias: la del Xacobeo 93 y la de Promoción, dependientes del Consejero de Cultura y Turismo. Por parte del Xacobeo 93 se crea la figura del Pelegrín , que de la mano de la televisión recorrió el mundo durante el año 1992. El márketing de promoción del camino y su publicidad, facilitan el conocimiento del producto e intensifican el deseo de compra, incrementando así la acción de venta. Con el boom del Año Santo Compostelano del 93 y la masiva afluencia de peregrinos (7 millones acuden a Santiago) la Xunta de Galicia previó e inauguró una Red permanente de Albergues de Peregrinos, sin legislación específica. Si la década de los 80 fue el resurgir del Camino de Santiago como lugar de peregrinación, la de los 90 fue de masificación, llegándose a contabilizar más de 100 países que aportan peregrinos a Santiago en el Xacobeo 93. A partir del 93, el producto turístico va ahogando al peregrino. Esto conlleva deserciones puntuales de miembros de la Iglesia en relación con la acogida del peregrino, pues la masificación no permite discernir entre peregrino y correcamino con mochila. Lo más triste es que las asociaciones jacobeas españolas vieron en el mismo congreso un futuro de esperanza. Con la masificación de peregrinos /turistas llega la picaresca y empiezan a aparecer albergues de peregrinos privados. Al principio son bien vistos, por ofrecer un servicio de precio módico en lugares sin ningún sitio de acogida. A medida que aumentan los peregrinos, van surgiendo nuevos albergues (todos ellos de pago) y se inventan fantasmagóricas asociaciones culturales que aprovechan el vacío legal y cuelgan el cartelito «albergue de peregrinos». Con la entrada del nuevo milenio, la picaresca se organiza y crea una Red de Albergues Privados y con ella sectas, telúricos, templarios, etcétera, y entremezclado con ellos Paulo Coelho, de quien yo diría que lo que ha creado, sobre todo en los brasileños es más bien confusión. En vísperas del primer Año Santo Compostelano del nuevo milenio, han hecho aparición a lo largo del Camino, nuevos albergues privados, pero a diferencia de los creados en la década de los noventa, que ofrecían un servicio austero, han efectuado grandes inversiones económicas. Concretamente en Astorga, en Junio, se abrió uno al público en un caserón del siglo XVII/XVIII, rehabilitado y reacondicionado como Albergue de Peregrinos, (careciendo de licencia de obras y de apertura municipales, como se ha sabido por la prensa) ofreciendo toda clase de servicios hoteleros que el peregrinos no demanda, produciéndose una competencia desleal hacia el gremio de hosteleros legalmente establecidos. A partir de la apertura de dicho establecimiento cuyo único amparo son los estatutos fantasmagóricos de una asociación cultural y probablemente legal, empezó una guerra unidireccional contra el albergue que por delegación del alcalde, gestiona la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Astorga. Atendiendo por hospitaleros voluntarios y mantenido con la aportación voluntaria del peregrino, cubre todos los gastos y crea un superávit. En rueda de prensa del 5 de septiembre, manifesté las presiones recibidas y el montante del superávit, cuyo destino, por ser dinero de los peregrinos, debe revertirse para beneficio de ellos. La picaresca y la guerra sucia han sido posibles por la dejadez de las administraciones central y autonómicas, al no legislar lo que es un albergue de peregrinos, sin ánimo de lucro.

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