Consejos y ejemplos

SE CUMPLIÓ el guión: el pleno del Consejo Comarcal berciano se dio por enterado del escrito de disensión de los tres corregidores socialistas, pidiendo su adscripción al todavía no creado Grupo Mixto. El pulso de los consejeros socialistas Jesús Esteban, Clemades Rodríguez y Alfredo de Arriba, representantes de los municipios de Bembibre, Carucedo y Barjas, respectivamente, mantiene su tensión contra la oficialidad. Están numantizados. Las respuestas, desde todos los altavoces, han tenido el mismo tono de mesura y precaución. Las vísceras pedían actuar de forma contundente; la razón, capaz de soportar incluso agravios, impuso la calma. El presidente, Ricardo Saavedra; el portavoz en el Consejo, Laudino García; el capitán de las Gestoras -dos, para ser exactos: en la agrupación local de Ponferrada, y en la Comarcal-, Pepe Jiménez, y el propio secretario general, Miguel Martínez, han pedido calma. Reflexión. El envite pasa por una exigencia: retirada del escrito presentado ante el Consejo Comarcal. La negociación puede concluir en éxito si así lo aceptan los tres corregidores disidentes. En caso contrario, entrará en funcionamiento la maquinaria estatutaria del partido. Sería el último recurso. El que no desean ni los disidentes, ni la oficialidad. Las embestidas orgánicas en el PP y en POSE bercianos no las entienden los ciudadanos de a pié. No es fácil explicarlas. Yo creo que las voladuras en uno y otro bando son los mimbres de cada partido. Hay de todo, como en botica. No puede llegar López de Benito, presidente popular, con la pretensión de descerebrar el listado azul elaborado por la Comarcal del PP al Palacio de los Guzmanes. Y no puede llegar el vicesecretario general socialista, Pepe Jiménez, investido con los galones de general, aplicando la teoría veterinaria de que cortando cojones se aprende a capar. A los tres disidentes les necesitó para ganar por mayoría absoluta en sus respectivos ayuntamientos. ¿Y después, qué?. Me rebatirá, con criterio, que el después lo marcarán las bases. Es una respuesta muy pobre. Quizá es lo que ha determinado la gran escandalera socialista y popular en el Consejo Comarcal del Bierzo. Porque la crisis no es sólo del PSOE, sino también del PP. A los dos les implican en el reparto de dedicaciones exclusivas y otras monsergas. O sea: el peor consejo es el que va seguido de un mal ejemplo. Dicen que el Consejo no tiene un duro, sólo agujeros económicos. Y se pelean como lobos por la presa. Empiezo a ser escéptico con tanto Consejo, consejillo, grupo asesor, consultings y otros toboganes. En este periódico ayer mismo, página 14, casi escondido en el sótano, se daba la noticia de que los seis integrantes del Consejo Consultivo de Castilla y León, incluida su presidentea, tendrán la misma retribución que los consejeros de la Junta, o en su defecto, los secretarios de Estado de la Administración central. No sé para qué sirve el Consejo Consultivo, pero está probado que se les paga a sus miembros de puta madre: más de seis mil euros mensulaes. Con nuestro dinero, el del contribuyente.