Justicia sin consenso

EL PSOE se «desvinculó» del pacto por la Justicia que había firmado con el PP y el resto de la oposición vino a decir que nunca debió suscribirlo de modo bilateral, sin dar cancha a otros partidos. Mariano Rajoy reaccionó inmediatamente desde Sevilla afirmando que se trataba de una «mala noticia», pues se habían dado conjuntamente pasos en la buena dirección. Para el candidato «popular» a la presidencia del Gobierno, se trata de una decisión por razones partidistas ante la proximidad de elecciones. La consecuencia de la volatilización de este acuerdo va a ser la reforma del jurado. Rajoy parece sentir ya sus manos libres para «someter el jurado a una regulación más equilibrada», de orientación más restrictiva. El ministerio de Justicia venía reflexionando sobre el asunto y «se va a trabajar ahora con más intensidad», apostilló Rajoy. Casi todas las críticas al jurado proceden del ámbito conservador, y se apoyan ahora en el fracaso del juicio por el asesinato de la joven Rocío Wanninkhof en Mijas (Málaga) hace cuatro años. Fue un juicio con jurado y un tremendo error judicial. Sin defender la desaparición del jurado, el PP ha recogido en sus programas la conveniencia de convertirlo en mixto, es decir, que junto a personas sin la menor formación jurídica hubiera profesionales del Derecho. Sorprende en cierto modo que, en el caso de Mijas, se responsabilice al jurado sin señalar la amp lia gama de responsabilidades que se dieron en aquel juicio, cuya sentencia fue anulada más tarde por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y el Tribunal Supremo, ordenando la repetición de la vista. A este error contribuyeron desde una investigación insuficiente y ligera de la Guardia Civil hasta el Ministerio Fiscal, convirtiendo oscuridades en certezas. Y unos medios policiales en ocasiones muy precarios para la dilucidación de los delitos. De ahí que la reforma del jurado no debiera ocultar otras reformas necesarias, imprescindibles, en la Justicia y en las ramas de nuestra Policía. Desde esta perspectiva, la ruptura de este pacto bilateral PP/PSOE habría de dar paso a un consenso más amplio entre todas las fuerzas políticas para que la Justicia no se vea sometida a revisiones unilaterales.