Diario de León

TRIBUNA

El caso de Málaga y la descoordinación

Publicado por
ALFONSO SÁNCHEZ
León

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CON RELACION a los crímenes de Sonia Carabantes y Rocio Wannikhof La Unión Profesional de Guardias Civiles -UPGC-, quiere poner de relieve los siguientes extremos: Primero. Obvio es señalar para esta asociación lo más importante de tan luctuosos sucesos es que el presunto asesino se encuentre a disposición judicial, tranquilizando a la sociedad y eliminando la extraordinaria alarma social que estos hechos produjeron en nuestro país, con independencia de otros posibles avances en la investigación. Segundo. La detención del presunto autor de los hechos, ha evidenciado la extraordinaria falta de cooperación, colaboración y coordinación entre Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía pese a tratarse de cuerpos estatales -uno militar y otro civil- y similares competencias desarrolladas en ámbito rural y urbano respectivamente; puesto que tanto el crimen de Coín como el de Mijas, se produjeron en demarcación territorial de la Guardia Civil y por consiguiente el esclarecimiento de los hechos fue asumido por dicho Cuerpo. Mientras que la detención del presunto criminal la realizó el Cuerpo Nacional de Policía, en un pueblo, a plena luz del día y sin avisar a quienes dirigen la investigación desde las unidades de la Guardia Civil, pretendiendo «apuntarse» un éxito, que esta asociación considera que no es tal, siendo la autoridad judicial quien decidió que el detenido pasara a disposición de quienes habían desarrollado la investigación y lógicamente contaban con los datos, pruebas e indicios hallados y recogidos en la inspección técnico policial realizada en el escenario de los crímenes, es decir la Guardia Civil. Tal hecho constata, una vez más, el grave e irresoluble problema de la falta de colaboración entre ambos Cuerpos, sin que el Ministerio del Interior articule las medidas pertinentes y rigurosas para afrontar dicha situación, que en supuestos como los presentes evidenciaron lo expuesto y ocasionaron malestar entre la ciudadanía y los propios agentes la Guardia Civil, que han trabajado con ahínco en esclarecer los crímenes. Tercero. En lo que respecta a la investigación y resultado de la misma por ambos Cuerpos esta asociación considera que, no puede calificarse de exitosa, ni mucho menos, pues si bien es cierto que el presunto autor está detenido, es llamativo el hecho de que el primer crimen acaecido en Mijas hace más de tres años, ha constituido un fracaso en la investigación de la Guardia Civil, pues no es sino desde la detención del supuesto criminal por el Cuerpo Nacional de Policía, debido a una delación -al parecer de su ex-esposa- y no por investigación propia, cuando se hilvanan datos que unen los dos asesinatos, y considerando el tiempo transcurrido sin solucionar el problema, es, a juicio de la Unión Profesional de Guardias Civiles, una prueba más de que la estructura centralista de la Guardia Civil y con mandos procedentes de la Academia Militar de Zaragoza no es acorde ni eficaz para solucionar asuntos policiales de investigación criminal. Por consiguiente postulamos un cambio radical en los contenidos formativos de los Oficiales de la Guardia Civil, quienes a la postre dirigen y ordenan los servicios, en Unidades de Policía Judicial pues no es precisamente con conocimientos de táctica militar como se resuelven asuntos de pura y dura tipología policial, en la que se combinan los elementos de policía científica (en los que la Guardia Civil sí está la altura de los niveles exigibles) con los propios de investigación, en los que el conocimiento, experiencia y «mentalidad» policial, son indispensables para el éxito del servicio. En todo caso, la Dirección General de la Guardia Civil debe asumir que los máximos responsables de la Unidad Central Operativa -U.C.O.- de dicho Cuerpo no están a la altura de las demandas que materia de seguridad e investigación son reclamadas por parte de los ciudadanos españoles, siendo el asunto que nos ocupa un botón de muestra que debe llevar a la reflexión de que la actual situación en la que se potencian sólo unidades centrales, en detrimento de las territoriales, conlleva que gran parte de nuestra geografía no cuente con especialistas para la resolución de numerosos delitos, mientras que la estructura de España es autonómica, la de la Guardia Civil, inexplicablemente cada vez se centraliza más, con pérdida de eficacia para la Institución que redunda en detrimento de la sociedad a la que nos debemos. En definitiva el Ministerio del Interior en aras a garantizar la seguridad ciudadana no puede obviar por más tiempo esta descoordinación policial entre cuerpos estatales, que pasa por la necesidad reformar la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a la situación actual del país, compartir las mismas bases de datos la Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía, y necesidad de contar con Laboratorios de Criminalística conjuntos, entre otras medidas; en definitiva, adaptar el modelo policial a la situación actual de un Estado, donde en la actualidad y desde el mismo Gobierno -en incluso en programas electorales de la oposición- se están potenciando las competencias en materia de seguridad y orden público a las comunidades autónomas y municipios.

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