Ganar el futuro

ENTRE ex-rectores anda el juego. Juan Manuel Nieto Nafría, ex-rector de la Universidad de León, mantiene la presidencia de Caja España merced a un pacto saludado por todas las fuerzas políticas con algarabía. Nieto Nafría, como ha refrendado en sus más calientes declaraciones, no lo ha entendido y salió por su tangente, la única que ha guiado su trayectoria, ya sea académica o financiera: permanece como la horma de la norma. En Caja Duero hoy mismo se incorpora a su despacho el nuevo presidente, Julio Fermoso, ex-rector de la Universidad de Salamanca, catedrático de Medicina ­­-neurología, creo-, oriundo de Cembranos (León), buen pescador y hombre que dejó huella en la comunidad académica salmantina. Sucede a otro hombre que también marcó una época en Caja Duero: Sebastián Battaner. Los dos ex-rectores asumen las presidencias de las dos entidades financieras que mueven y sintetizan el poder económico y financiero en Castilla y León. A los dos hay que suponerles capacidad de análisis. Sobre la mesa del ex-rector leonés, como sobre la de todos con capacidad de influencia, ya estará el informe del CES. Sus páginas queman. León perderá en cuatro años el 12% de sus jóvenes por falta de empleo. Es el problema número uno de la ciudad y de la provincia. Y Caja España, lo mismo que la Junta, deben comprometerse para frenar la tendencia primero, arbitrar las medidas de equilibrio en segundo lugar, y favorecer el despegue último. Sólo los que manejan la vara política y del dinero pueden rescatar a León, no los que difuminan su necedad con fundaciones al estilo Villalar. Está bien, muy bien, que anuncien a diario la mejora de infraestructuras, la construcción de polígonos, parques empresariales y otros pilares imprescindibles para ganar el futuro. Un futuro, sin embargo, que jamás se logrará si cierran el grifo a las inversiones en conocimientos, tecnologías y ciencia. En León resulta imprescindible que su Universidad redondee el abanico de titulaciones con Biotecnología y Aeronáutica. Titulaciones que además de necesitar más que nadie esta provincia, las merece. No existe hoy en Castilla y León ninguna otra entidad académica que pueda competir con León en las dos ramas. Ni en biotecnología, con un Instituto funcionando en plenitud, dirigido por Juan Francisco Martín, ni en Aeronáutica, con la Academia del Aire, la Escuela de Suboficiales y un título propio en ingeniería técnica. Son básicas para la creación del futuro tejido industrial. Y para que no se fuguen por imperativo de subsistencia nuestros chicos. León no debe entrar en discusión con ninguna otra provincia de la Comunidad a la hora de demandar estas dos titulaciones. Las merece. ¿Acaso ha sacado los pies del tiesto entrando en litigio por Medicina, impartida y prestigiada tanto en Valladolid como en Salamanca?. Entre ex-rectores anda el juego financiero. Entre rectores está el futuro de León. Y de momento, con el percal que se corta en Vegazana, no veo horizonte de esperanza.