La virguería del lendakari

IBARRETXE ha inventado un nuevo concepto de negociación: «En tal fecha hablaremos pero, independientemente de lo que tratemos y las conclusiones a las que lleguemos, al final, en tal fecha lo que haremos es tal cosa». Con estas premisas lo que se inicia es un camino a ninguna parte, un despropósito. Doscientos periodistas estaban ayer in situ intentando traducir y transmitir los entresijos de la virguería elaborada por el titular del ejecutivo vasco en comandita con sus adláteres. Es muy libre de hacer ésta o cualquier propuesta, lo mismo que son libres 40 millones de españoles (muchos vascos incluidos) de negarse a que se ponga patas arriba su convivencia, tan trabajosamente amasada, porque un grupo de nacionalistas, tan supuestamente bienpensantes como interesados, sigan sin encontrar su lugar en el mundo.