Diario de León

EL BALCÓN DEL PUEBLO

Héroes en bicicleta

Publicado por
JUAN F. PÉREZ CHENCHO
León

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ME LO dijo un ciego que ve mucho. Aunque lo cierto es que no tanto como aquel famoso presidente de la ONCE, Miguel Durán, del que se decía que era el ciego que mejor veía los negocios en España. El ciego leonés, vendedor de cupones, lamentaba el mazazo deportivo sufrido por el equipo ciclista que patrocina su organización. En la penúltima etapa de la Vuelta a España, la cronoescalada de San Lorenzo del Escorial, se acabó el sueño del adiós con el resplandor del maillot oro. La ONCE se despide como patrón ciclista. «En dos días -insiste- nos quedamos a oscuras: expulsan de la carrera al director deportivo, Manolo Saiz, por soez, degradador, deslenguado y blasfemo; Isidro Nozal pierde el liderato e Igor González de Galdeano se cae del podio. Eso no estaba tan claro como para verlo hasta un ciego». El ciclismo a pelo -entendido sin hormonas, oxigenación de sangre y otras ocultaciones- es un deporte reservado a los héroes. Francamente, a mí me parece que el último clasificado de una gran prueba merece un canto elegíaco. Sufren en las ascensiones, perdóneseme la irreverencia, como Cristo hacia el Gólgota. Lo dijo aquel farolillo rojo del Tour de Francia cuando utilizó la metáfora de cambiar en alguna etapa la bicicleta por la cruz. Mariano Rajoy, el sucesor, también admira este deporte. Él lo practica, yo no. Sospecho que Mariano Rajoy no podría ser farolillo rojo, como José Maestre, el último clasificado de la Vuelta Ciclista a España que hoy concluye en Madrid y que ayer salió el primero en la contrarreloj al Alto de Abantos que decidiría finalmente la carrera. A Rajoy ya le habría recogido el camión escoba, porque el dedazo de José María Aznar le ha señalado para lucir el maillot oro, no para arrastrarse sobre la brea. Maestre sigue peleando contra la fatiga y mañana volverá a su labor de voluntario social repartiendo condones y jeringuillas entre los desarrapados. La fatiga también puede con un líder. Isidro Nozal, ese muchacho con imagen bonachona de campesino, alma de gregario, humilde, falló el penúltimo día, cuando ya tocaba la gloria con los dedos. ¿Falló, digo?. No, no falló. Lo dio todo -ganó tres etapas: una por equipos y las dos cronometradas individuales- pero no fue suficiente. Le arrebató el paraíso un bravo ciclista bejarano, Roberto Heras, que ha obtenido algo más que matrícula de honor en el examen final: un once, el mismo número de su dorsal. Roberto Heras consigue de esta forma su segunda Vuelta a España. Una Vuelta que nos deja algunas otras esperanzas, como el descubrimiento de Isidro Nozal y del valiente Alejandro Valverde, que le darán escolta al de US Postal en el podio levantado en el Paseo de la Castellana. El desenlace de la Vuelta Ciclista a España ha sido tan emocionante e intenso, que hasta me he olvidado de poner la antena y escuchar las verdades del barquero en la reunión del Comité Provincial del PSOE leonés.

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