CRÓNICAS BERCIANAS
Marilyn en Bembibre
ESTA SEMANA volverán a verse, aunque son muchos los que dicen que no servirá de mucho, que todo se decidió durante los sofocos veraniegos del último día de julio y que, a partir de ese día, cada uno ya tenía más o menos escrito el guión que habría de seguir en el desarrollo de los acontecimientos del órgano comarcal en los meses sucesivos. Los dos partidos mayoritarios se esfuerzan en dar la imagen de que el problema lo tiene el otro, en que lo suyo no es más que un desencuentro temporal y que las aguas volverán a su cauce antes de las generales. De cómo se solucionen las listas para los próximos comicios puede depender la estabilidad del Consejo y cada día son más los que consideran que en el póquer todo es cuestión de matemáticas. Por eso nadie confía en el azar y quien más quien menos está ya jugando sus bazas para conservar sus laureles en la partida final. De momento, parece claro que en el caso del PP el primer asalto lo ganará Fátima. Aunque aún quedan cartas por repartir, esta es una partida en la que todos tienen cartas marcadas y los ciudadanos ven el Consejo como una gran timba en la que lo de menos son los proyectos y lo único que importa son los sueldos y los cargos aún por repartir. ¿Y en el PSOE? Susi sigue a lo suyo, demostrar que sus bestias negras Fátima y Canedo sellaron un pacto tiempo con el fin de conseguir el «virreino» para el Bierzo. Esteban es como la primera actriz a la que de repente se le ha arrebatado el papel principal. Es como si a Marilyn le hubieran desbancado de Niagara Falls para dar protagonismo a una recién llegada, a una secundaria que hace siempre papeles de figurante. Es normal que la rubia se enfade. Ha tenido siempre los primeros planos, los chicos siguen pensando en ella cuarenta años después y es a su costa que las salas del cine se llenan. Imagínense que hubiera pensado la novia de América si Billy Wilder hubiera decidido que Tom Ewell pasara de ella y de sus piernas y hubiera volado junto a la aburrida Helen. Esto es lo que debe estar pensando Susi, en su almena de Bembibre, desde donde las piernas no parecen tan largas ni los ojos tan azules. En fin, que Jesús Esteban se ha reunido por fin con Miguel Martínez y ha dejado claro que habrá que reorganizar el Consejo para que el secretario provincial no pierda otros tres alcaldes. Puede que el paso del Rubicón al que aspira Susi no esté tanto en el piso superior del edificio minero, sino en los idus de marzo. Otra vez las generales. Un puesto de senador sería tal vez la solución idónea para dar carpetazo al asunto, aunque habrá que esperar al 16 de octubre para vislumbrar su Esteban da la espantada, el PSOE se queda en minoría y los populares toman las del Consejo para evitar la ingobernabilidad. No obstante, se dice que Martínez podría haber abierto la puerta a un cargo en la Cámara Alta y Susi la habría cerrado. Pero ya saben que la vanidad es uno de los pecados más capitales que existen. Cualquiera se puede perder por ella, y más si a la rubia tratan de quitarte el bote de tinte.