EL BALCÓN DEL PUEBLO
Aviso para navegantes
TOCARON a generala. El PP leonés se movilizó como un sólo hombre para recibir al sucesor. En la ronda nacional de presentaciones, investido por Aznar como nuevo secretario general del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy hizo ayer parada --no fonda-- en León. Coincidió su visita con la celebración de la fiesta de la Policía. Algunos cargos azules asistieron a la misa, pero desaparecieron de la escena en el acto institucional de imposición de condecoraciones, aunque uno de los distinguidos era el juez-decano, Suárez Quiñones. Sí asistieron, por lo que me garantizan -yo estuve invitado, pero no pude cumplir con la cortesía, muy a mi pesar; y además, coño, no soy cargo público-, el subdelegado del Gobierno, Víctor Núñez; el jefe superior de Castilla y León, Segundo Martínez; el presidente de la Audiencia Provincial, José Rodríguez Quirós; el corregidor de la ciudad, Francisco Fernández, además de los altos cargos militares, que no fallan nunca. Dan esplendor. Era el día de la Policía y, quizá, el más feliz del año para los delincuentes. La ausencia más dolorosa para la policía la rubricó la Junta. ¿Acaso todo su staff directivo tenía que cumplir con Rajoy, para mayor gloria azul?. Pero deseo borrar de inmediato el fogonazo. Nunca en el horno de este «balcón» se cocerá una noticia como una reseña social. Hay otros temas más calientes, más decisivos, más importantes, para León y provincia. Por ejemplo, la reunión el último día de septiembre en Madrid, de la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón, presidida por el secretario de Estado, José Folgado. Sí, sí: el mismo que durante la campaña enloquecida del PP para frenar el posible «efecto Zapatero», no dudó en prometer una central de biomasa en Omaña para el 2006. Quizá hubiera sido más creíble si anuncia la recuperación del coto de pesca del Castillo, hasta superar los frezales de truchas que cuidaba el guarda Paulino. Hoy es un río envenenado y muerto. José Folgado les anunció a los miembros de la Comisión que en el plenario del 30 de septiembre se conocería la reserva estratégica asignada a nuestra provincia. La que admite Europa y la única que podrá subvencionarse. Pero para el secretario de Estado lo prometido no es deuda. Se descolgó con el carpetazo de postergar la cuestión hasta después del 8 de marzo próximo «para no politizar la cuestión». ¿Es que las elecciones generales se adelantan a esa fecha?. La politización de los temas, a la que recurren los gestores de la cosa pública, me parece un argumento de mentecatos. Cuando el viento no es favorable, echan mano de la politización; cuando sopla a favor, en popa y a toda vela. ¿Subyace en el aplazamiento la intención de reducir drásticamente la producción?. Me temo que sí. O en León se consigue el compromiso del Gobierno para mantenerla antes de las elecciones, o pongámonos en lo peor. El mismo péndulo de duda oscila sobre el Plan del Carbón. El actual y vigente finaliza el año que viene. Si no se prorroga antes de las elecciones y éstas las gana el PP, con la sibilina oscuridad mostrada por José Folgado, el Plan morirá, y con él, León perderá los fondos mineros en su totalidad. Y su paisaje tendrá más intensa negritud.