VUELTA DE TUERCA
Pendiendo de un hilo
SON LOS poderes públicos los que han estimulado la formación de la famosa «burbuja inmobiliaria»: el Gobierno, porque el sector construcción, que aporta el 15 por 100 del PIB, ha salvado la «cuenta de resultados» del Estado en momentos de ralentización económica; y las comunidades autónomas y los ayuntamientos porque han obtenido con la generación de suelo urbano su principal sistema de financiación. La situación ha llegado a un punto insostenible. En el orden social se impide el acceso a la vivienda a las generaciones emergentes, que, con un mercado laboral muy precario, no pueden embarcarse en la adquisición de un piso. Y cualquier cambio de las actuales condiciones económicas puede provocar una grave crisis en el propio sector financiero. O sea, pendemos de un hilo.