LA LEY DE WITIZA
¿Dónde está el PSOE?
LO EXPLICABA recientemente la diputada nacional del PSOE, Amparo Valcarce, en el transcurso del último comité ejecutivo del partido; y al parecer acertaba de pleno, porque de momento, nadie la ha rebatido. La nueva estrategia socialista en la Diputación es la del diálogo con el equipo de gobierno presidido por García Prieto. De esta forma, se espera conseguir más dinero para los ayuntamientos gobernados por alcaldes socialiastas. En principio, todo parece correcto. Sin embargo, en clave política la estrategia hace aguas por todos los lados. El PSOE ha renovado la mayor parte de su equipo de diputados provinciales. Ahora, el portavoz es Marcelo Alonso, hombre de confianza de Miguel Martínez y de Pepe Jiménez y buen conocedor de la política municipal. El caso es que ya han pasado los cien días de rigor desde la constitución de la Corporación y poco o nada se sabe, al menos públicamente, de las intenciones del nuevo portavoz, de sus pensamientos acerca de cómo establecer las líneas de oposición, de los temas que considera prioritarios, de cómo desgastar al partido en el poder, etcétera. Porque es evidente que con las elecciones generales cada vez más cerca, una cosa son las intenciones de la ejecutiva, de Amparo Valcarce y del comité socialista en pleno y otra lo que necesita el PSOE, que es hacer oposición para colaborar en que Zapatero, al menos, logre la victoria en León. Y es que hasta dentro del propio grupo socialista en la Diputación hay quien piensa que las cosas no se están haciendo bien. El PSOE ha recuperado un diputado provincial (de nueve pasó a diez) pero puede volver a cometer errores en los que cayó repetidamente en anteriores legislaturas, como fue pactar con los responsables de personal de la institución y con los sindicatos la entrada constante de «enchufados» en la casa. Esto llegó a ser algo tristemente común. Tampoco parece que al PSOE le venga bien dejar a la UPL como única oposición en la Diputación.