Falanges mediáticas

HAN ATACADO en tromba. Las falanges mediáticas azules tardaron sólo horas en cumplir las órdenes y vocearlas sin sordina en las ondas. Las más rendidas y desmayadas, con cuartel general en la televisión pública, las escenificaron en directo. La tele de Urdaci, del Partido Popular y del Gobierno, no de los ciudadanos, se hartó de ofrecer planos subliminales de la solemnidad castrense. El realizador todavía tiene la rojez de vergüenza en la cara. Todos estuvieron al servicio del Gobierno y del partido que lo sustenta. El Paseo de la Castellana estaba decorado con banderolas de Esperanza Aguirre, candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, y cartelones electorales con la gaviota. Fue un espacio que se convirtió en propaganda. Pero el Desfile de las Fuerzas Armadas, en el día de la Fiesta Nacional, de la Hispanidad o de la Virgen del Pilar también lo utilizó el Gobierno para rendir homenaje a la coalición que invadió y controla Irak: militares de Estados Unidos participaron exhibiendo la bandera de su país y la de los «marines», así como la de Polonia y la de todos los países que actúan bajo las órdenes de España en la brigada «Plus Ultra». Al paso de los «marines», Rajoy y otros altos cargos populares se levantaron en una ovación. Y José Luis Rodríguez Zapatero, en la misma tribuna, permaneció sentado y sin batir palmas. Fue un gesto. Los gestos en política sirven para poco, pero marcan distancias y talantes. (A la misma hora que la Tele ofrecía esas imágenes de terciopelo, el general jefe de la 12 Zona de la Guardia Civil de Castilla y León, imponía, en el cuartel de El Parque, al presidente de la Audiencia Provincial de León, José Rodríguez Quirós, la Cruz de Plata de la Orden al Mérito del cuerpo de la Guardia Civil, y algo más arriba, en diagonal, ante la fachada de El Corte Inglés, pisaban uvas los bodegueros de honor, Custodio y Cadenas. Custodio es un «somelier» de prestigio en la capital del reino. Cadenas, además de entrenador de élite en el balonmano, es de Valdevimbre, cuna de bodegas y de vinos de la tierra. Pablo San José no suele fallar en la organización de los actos que publicitan al vino. Tendría que copiar su técnica el Ministerio de Defensa. No le habría fallado el tren de aterrizaje del Eurofihgter, avión que moriré de viejo y no veré posarse en La Virgen del Camino). Pero las falanges mediáticas azules insisten en la falta de respeto de Rodríguez Zapatero a la bandera americana. Disiento. Hizo bien en quedar sentado, sin batir una palma, sin arquear las cejas o apretar los dientes. Hizo bien porque parecía un desfile de la coalición ocupante de Irak, contra la que se han manifestado -con él en cabeza de pancarta- millones y millones de españoles. E hizo bien porque no puede tolerarse que se utilicen los aparatos del Estado de manera electoral y partidista. En el Desfile de la Castellana utilizaron la Bandera, a las Fuerzas Armadas, al Rey y a todo dios. ¿A dónde vamos a llegar? Las falanges mediáticas del Movimiento -en las que me gané el pan y la leche en mis primeros pasos periodísticos- eran una broma comparadas con las de la modernidad.