Salir de ronda y con ronquera

EN LOS ÚLTIMOS meses, a los políticos se les llena la boca con la palabra infraestructuras. León, cruce de caminos de hierro y brea, esquina radial del Noroeste, ha desperezado su olvido en los despachos. Ya no quedaban clamores tan agudos como la autovía León-Benavente. Antes de estrenar el año Jacobeo 2004, por fin, cualquier español podrá cruzar nuestro país, desde Gijón a Cádiz, en doble vía. Habrá desaparecido el dogal más negro del último cuarto de siglo. Quedan otros muchos cepos por levantarse. Y como es la hora del cemento, de la brea y del hierro, no de las personas, creo que debo felicitar al Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo por su propuesta: construir la Ronda del Noroeste. Es una solución mucho mejor que la Ronda Norte. Permite salvar una futura ampliación del aeropuerto. Pero lo importante de la idea, además del hecho de la ronda nueva, debería servir para abrir el futuro a otras dimensiones de más altura y alcance. Debería ser el pilar para ahormar un órgano permanente de coordinación de las infraestructuras y del urbanismo de León y de los cinco municipios que lo rodean. Deben fundirse en el mismo abrazo. Su desarrollo no puede hacerse de espaldas unos a otros como hasta el presente. La coordinación San Andrés del Rabanedo/León que ahora nos anuncian es una magnífica primera piedra para inaugurar una nueva época. En el aspecto puramente político, este periódico nos ha servido durante el fin de semana noticias o reflexiones que no es posible esconder en el desván. El portavoz socialista en el Palacio de los Guzmanes, Marcelo Alonso, pidió a la Junta de Castilla y León la ampliación de competencias y de financiación para la Diputación Provincial leonesa. Una comparecencia que habrá celebrado con palmas sordunas desde su despacho el presidente de la Institución, el popular Javier García Prieto, al que no rozaron ni de lejos. No hizo lo mismo el consejero de Presidencia y secretario regional del Partido Popular. Fernández Mañueco contestó ayer con ronquera que esa demanda se la trasladara el portavoz al Partido Socialista regional. Fernández Mañueco parece un especialista en contestar a lo que no se le pregunta. No sé si lame el dedo para luego saber de dónde sopla el viento. El portavoz socialista en la Diputación de León habló como lo que es, no en nombre de las ocho restantes de la Comunidad. Todas, eso sí, estarían ecantadas de que en el cacareado Pacto Local, la Junta asumiera capítulos cuajados, no huecos, de descentralizaciones. El domingo, a página completa, le interrogó este periódico sobre la crisis del PP leonés. Le metieron la pluma en la boca --tienen dos facciones en El Bierzo y ninguna en León--, pero no vomitó. Negó la realidad y dio por superada la crisis. Como actúe con igual cinismo político en la negociación del Pacto Local, será mejor apagar la lámpara. Quizá la realidad sea otra: Alfonso Fernandez Mañueco no está a la altura de las expectativas de León, y dudo que al de las ocho provincias restantes de la comunidad autónoma.