LA VELETA
Derecha e izquierda, al fin
SIN la menor confrontación ideológica, como si las ideas estuvieran, que lo están, en desuso, el primer debate parlamentario sobre la Ley Presupuestaria para el 2004 ha alumbrado diferencias notables entre el centro/derecha y el centro/izquierda. ¿Han reaparecido la izquierda y la derecha en el mapa político español?. Han surgido, al menos, dos perfiles contables distintos en torno a la orientación del gasto público. La derecha gobernante va a cerrar el ejercicio presupuestario del 2003 con un superávit del 0,5%, mientras que la oposición socialista, de haber estado en el poder, lo hubiera cerrado en torno a un déficit de otro 0,5%, según una autoridad del PSOE. Un solo punto porcentual del PIB separa, así, a un talante conservador de una actitud progresista, por seguir empleando en el siglo XXI la terminología del XIX. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, parecía relamerse de gusto, y con razón, al exponer, con motivo de los Presupuestos Generales, la estupenda política económica de los Gobiernos del PP. Gracias a esa política, bajo la batuta siempre del vicepresidente Rato, del déficit público, pasando por el déficit cero, se habría pasado al superávit. Frente a este dato, excepcional en Europa, ¿podría adelantar la oposición una alternativa presupuestaria?. Rodríguez Zapatero no sólo recibe cursillos acelerados de economía sino que los va digiriendo, y así pudo enfrentarse a Montoro como paladín de la inversión pública en los sectores sociales y productivos más desdichados, incluyendo en éstos últimos la educación, con su productividad a medio plazo, y la investigación tecnológica, a la cola estadística de los países europeos. Hasta un 27% hubiera aumentado el líder socialista, de haber podido hacerlo, el gasto en investigación para corregir nuestro retraso tecnológico. Ese enfrentamiento, en el que no ha querido intervenir el candidato «popular» Rajoy, preservado en su escaño de cualquier desgaste, va a estirarse hasta las elecciones generales de marzo, con lo que podrá hablarse de derecha e izquierda, por mucho que ambas intenten moverse en la equidistancia geométrica del centro.