EN BLANCO
La afonía de Rosa
ROSA AGUILAR, alcaldesa de Córdoba y dirigente de Izquierda Unida, ha hecho unas declaraciones que se me han antojado dramáticas. Ha afirmado que IU no respalda el plan Ibarretxe, porque IU tiene su propio plan de pacificación de Euskadi, y que le parece un tremendo error de su correligionario Madrazo el haberse puesto en la foto de la presentación del plan Ibarretxe en el Parlamento autonómico vasco, porque «eso genera confusión». Doña Rosa está viendo el efecto que las actitudes de Javier Madrazo están produciendo en el resto de España, y teme (a mi juicio, con razón) que en las próximas elecciones generales Izquierda Unida se pueda quedar al borde del extraparlamentarismo. A mí no me cabe duda de que Rosa Aguilar no apoya el plan Ibarretxe. Pero tampoco tengo dudas acerca del apoyo que Madrazo, en cambio, le presta. Desde luego, también creo que lo más probable no es que ese apoyo derive de un planteamiento teórico, sino más bien práctico: Madrazo tiene miedo, como todos, como Atutxa, y su miedo lo induce a darle gusto a ETA, aunque ETA diga que el plan Ibarretxe no es su plan. Pero, por si acaso, Madrazo intuye (también pienso que con razón) que apo yar el plan Ibarretxe siempre será más grato para los asesinos que rechazarlo. Rosa Aguilar puede recitar el catón de su coalición todo lo que quiera; lo puede proclamar a gritos, pero sólo conseguirá quedarse afónica, como la otra Rosa, la Rosa de España. Mientras Izquierda Unida no tome medidas drásticas contra su gente del País Vasco, Rosa Aguilar no tiene nada que hacer, porque la percepción pública será inequívoca: la dirección de IU dirá lo que quiera, pero IU apoya el plan Ibarretxe allí donde lo tiene que apoyar. Y la opinión pública esta rá en lo cierto al cien por cien.