VUELTA DE TUERCA
Al margen de Europa
ESTAMOS tan absortos en nuestros propios problemas nacionales que nos importa un rábano esa Constitución Europea. En Francia, en cambio , el presidente de la República ha comenzado ya una ronda de negociaciones con las fuerzas de oposición para conseguir una actitud común y para poder preparar un referéndum nacional que asegure el triunfo de las tesis europeístas. Aquí, absortos en un largo proceso electoral, nadie muestra el menor interés por esa adscripción europea que sin embargo es esencial para la consumación de nuestras más antiguas aspiraciones de pertenecer al primer mundo. ¿No tienen los partidos españoles nada que negociar al respecto? ¿Ni siquiera serán capaces de presentar consensuadamente algunas propuestas creativas y razonables?