Diario de León
Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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NO ES CIERTO que el mar devuelva todo lo que no es suyo: se queda con lo que le conviene, pero no distingue mucho y le da igual un ánfora que un preservativo. Junto a su capacidad hipnótica y su enigma, el mar tiene algo demoníaco que entre tantos y tantos cantores sólo supo ver García Lorca, que nos advirtió que Lucifer está ahí y que quizá el mar sea

. Ahora está devolviendo inmigrantes a destajo. Los equipos de rescate no dan abasto y en Cádiz se juntan en la playa los cadáveres y los windsurfistas. Los que hacen deporte y los que hicieron de tripas corazón y se embarcaron en pateras porque tenían las tripas vacías. Las olas de dos metros se portaron desigualmente con ambos grupos: unos lo pasaron en grande y otros no pudieron pasar la mar. Lo miro ahora desde la terraza. Está como un plato azul y parece que nunca ha roto un plato, ni ha hundido un barco, ni ha elaborado un maremoto. El mar es muy hipócrita y en el Mediterráneo, a veces, se disfraza de lago. Se agazapan los lobos blancos de las olas y desmienten a Paul Valery: parece que el mar está hecho para siempre, de una vez por todas, y no que está volviendo a empezar a cada momento sus azules tareas. Mar adentro navega el barco inglés ese que se ha convertido en hospital. El está buscando un puerto y no sé si cuando escribo estas palabras lo habrá encontrado. Nadie quiere turistas con gastroenteritis. Hasta que entre sus 1.900 pasajeros no maten al virus nadie podrá echar pie a tierra. Hay que tomar precauciones y para eso basta con tomar ejemplo: las compañías de seguros se niegan a cubrir los riesgos de los soldados españoles que están en Irak. Hay serias dudas sobre las cláusulas administrativas del concurso y se discute la póliza que ha presupuestado el Ministerio de Defensa para los 1.412 profesionales destinados a la zona de conflicto. Como se sabe, hay años en que el ministro Federico Trillo no está para nada. Los familiares del Yankovlev-42 recurren a la Audiencia Nacional. Las cosas no van bien ni por aire, ni por tierra, ni por mar.
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