Diario de León

EL RINCÓN

El bolsillo, zona erógena

Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

Creado:

Actualizado:

HAY políticos que no comparten sus propias ideas. Las respetan, eso sí, porque todo el mundo tiene derecho a tenerlas, incluso ellos, pero de ninguna manera las comparten. Alberto Ruiz-Gallardón, justamente considerado como el político más prometedor de la necesaria derecha española, ha prometido subirle los impuestos a los madrileños. Don Alberto es persuasivo, inteligente y enigmático. Puedo dar fe de que su trato es sumamente agradable. Es el único político con el que se puede hablar de cosas que no sean de política. Sabe tanto de Beethoven ­-«león de noche, capitel sonoro»- como de Disraeli. Quizá su único problema es que no sabe si es de los suyos. A los que creen en las promesas electorales, que son los mismos que creen en la eficacia de los crecepelos y en la autenticidad de las sopas de sobre, les produjo una satisfacción muy honda, aunque no insondable, el anuncio de que el PP bajaría los impuestos. En general, les ha supuesto una contrariedad y una contradicción el anuncio del alcalde de Madrid de que no sólo no iba a disminuirlos, sino que su proyecto más inmediato es aumentarlos en un 26 por ciento. Que Madrid gaste tres veces más que Barcelona puede ser un arma de doble filo, o sea, de esas que por los dos lados pinchan y cortan. Dejará descontentos a los madrileños, que se considerarán asqueados, y a los barceloneses, que se quejarán de que en su ciudad no se realizan suficientes inversiones. Nunca he olvidado algo que me dijo el general Perón en la madrugada etílica del restaurante Mayte, en presencia de Emilio Romero: «El sitio más sensible del organismo humano es el bolsillo». Era ya Perón como una especie de apócrifo pariente de Carlos Gardel, con el pelo planchado y tintado. Estaba de vuelta de todo, incluso de su demagogia, pero seguía convencido de que el bolsillo es la zona erógena por antonomasia. La gente prefiere que le toquen los dídimos a que le toquen los bolsillos, que también son dos.

tracking