Cerrar
Publicado por
FERNANDO DE ARVIZU
León

Creado:

Actualizado:

MALA NOTICIA ha sido que el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de León haya renunciado a la idea de comunicar la Estación de Matallana con el campus de Vegazana mediante un ramal ferroviario. No acierto a entender que sin demasiadas explicaciones se tire al cesto de los papeles una tan buena. Que no sea fácil de poner por obra, cualquiera lo comprende, pero justamente saber hacer realidad las ideas difíciles es lo que da solvencia a un equipo municipal y confiere sello de calidad a su gestión. La idea no es, desde luego, nueva. Ya en la primera Legislatura del mandato de Mario Amilivia se concibió, y se iniciaron las conversaciones entre Feve, la Junta y el Ayuntamiento, para que cada cual aportarse sus recursos para hacerla realidad. Recuerdo incluso que yo mismo defendí una iniciativa en tal sentido, apoyada por unanimidad en la Comisión de Transportes de las Cortes de Fuensaldaña. Lo que entonces parecía bien a los socialistas y a la UPL hoy les parece mal ¿por qué? Luego, el proyecto fue incluido en un Plan Urban, que no recibió la aprobación requerida. Pero la idea no se abandonó, lejos de ello. En el programa municipal de León del Partido Popular para las últimas elecciones, tal iniciativa figuraba como no podía ser de otra manera, pues en política no existen las últimas palabras, y lo que hoy parece imposible puede ser una realidad mañana. El anterior equipo de Gobierno, visto el fracaso en el Plan Urban, decidió acometer la obra mediante recabando el apoyo del Ministerio de Fomento, que -aunque a algunos les duela- se ha volcado con León en los últimos años. Por su parte, Feve nunca ha abandonado la idea y siempre se ha mostrado dispuesta al diálogo. Ha bastado un cambio del equipo de gobierno municipal para que la idea haya ido al cesto de los papeles ¿por qué?, ¿qué razones pueden darse a los estudiantes que a diario se desplazan al campus para que se convenzan de que disponer de un tren desde el centro de la ciudad, que les lleve a la Universidad en un trayecto de diez minutos es una mala opción? Es difícil encontrarlas, probablemente porque no existen. ¿No será porque el Ayuntamiento prefiere aumentar el tráfico de autobuses urbanos, cuando eso dificulta la circulación y además contamina? Me resisto a creerlo, pero... En todo caso, en tal iniciativa tenía el actual equipo de gobierno una prueba del nueve de su capacidad de gestión en beneficio de los ciudadanos. Era además una oportunidad de salvar la cara para las dos fuerzas políticas minoritarias, cuya coalición ha desplazado al partido más votado en las últimas elecciones municipales de la capital. Hace algunas semanas, Diario de León publicó una tribuna mía, titulada Aprender a ser alcalde , en la que me hacía eco del conocido cuento de los tres sobres, que no es del caso repetir, aunque sí es pertinente reflexionar, a la luz de él, sobre el devenir de la gestión municipal desde que hubo cambio en el gobierno del Ayuntamiento. El primer sobre decía: «Eche usted la culpa de todo a su antecesor». Parece que esa etapa ya ha transcurrido. Se ha tachado de inoperante, baldía y vacía de realizaciones a la gestión del anterior equipo, cuando la verdad es que el actual está viviendo de los proyectos que estaban en curso en la gestión municipal anterior. El segundo sobre decía: «cambie usted algo, lo que sea, pero cambie». Y el cambio, además de a los conductores y a algunos empleados -estas cosas se saben- no ha ido más allá de proponer un cibercafé en Pallarés y abandonar la idea que estamos comentando. La primera propuesta, por demás p intoresca, pues se trata de un inmueble que no es de propiedad municipal y que además merece un destino más ilustre que el de un cibercafé, no merece mayor comentario. El abandono de la comunicación ferroviaria estación de Matallana-Vegazana es, sin duda ninguna, una decisión lamentable ¿Van a seguir muchas propuestas de «cambio» de semejante tenor? Reflexione el actual equipo que la cuerda se está acabando, y que de seguir así, llegará el moment o de abrir el tercer sobre, ese que dice: «prepare usted otros tres sobres para su sucesor».