Diario de León

DESDE LA CORTE

Qué se juega en Cataluña

Publicado por
FERNANDO ONEGA
León

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PARA CARAJAL político, el que se avecina en Cataluña. A partir de mañana mismo, si se confirman las previsiones de los profetas demoscópicos; es decir, las encuestas. Me lo dijo un alto responsable del PP con palabras mucho más finas, como corresponde a tan alto dignatario: «En el País Vasco, ya nada puede ir a peor. En Cataluña, sí que todo puede empeorar». Otros dirigentes nacionales se hartaron de repetir, como consta en las hemerotecas: «Nos vamos a acordar de Pujol». La situación de empate técnico entre los partidos mayoritarios (CiU y PSC) no es nueva. A ERC le ha salido un buen líder, y se ha puesto a cosechar votos. En el Partido Popular, no es que Piqué sea la purga Benito , pero también puede subir un par de escaños. Y hasta los comunistas disfrutan de buena salud. Consecuencia: les quitan votos a los grandes, que andan como alma en pena buscando novio por si resultan el partido más votado. Y así, se hacen más combinaciones para el Paláu de la Generalitat que para el Príncipe Felipe antes de que encontrara a Letizia Ortiz. Lo que puede pasar es tan sabido, que hasta se ha dicho en todas las tertulias: si el matrimonio es Mas-Piqué, las cosas seguirán más o menos igual, con gran tranquilidad para Rajoy, que tendrá a los catalanes de red si no alcanza en marzo la mayoría absoluta. Si el matrimonio es Maragall-Carod, hay que agarrarse los machos, porque viene reforma del Estatut. Y si hay ménage à trois Maragall-Carod-Saura, habrá la misma reforma y, al parecer, un sacrilegio: ¡harán política de izquierdas! Las derechas tendrán tema: ¡estos socialistas se unen a quien sea con tal de tocar poder! Con lo cual, hay quien recomienda que no se hagan esponsales hasta después de marzo, no sea que dañen a Zapatero. Como veis, la emoción está garantizada. Pero a mí me inquieta otra cosa: repasados los ecos de mensajes, los publicados, no he conseguido ver una línea ideológica muy diferente. He visto, en cambio, una dura pelea por demostrar quién es más nacionalista. En algún caso, quién tira más hacia la autodeterminación. Y, desde luego, una apuesta por la reforma del Estatuto de Autonomía, con esta traca final: Zapatero la apoyará. Se entiende que la apoyará tanto si gana en marzo como si sigue en la oposición. Que el partido decisorio vaya a ser Esquerra, de tradición independentista, añade un poco más de suspense a las urnas de mañana. Vienen tiempos complicados. Una Cataluña tranquila aporta serenidad a España. Por una vez, casi sería deseable que ganara el PP.

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