Educar, aprender en libertad

DESDE la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos hemos emprendido una campaña para explicar a los padres, profesores, alumnos y ciudadanos en general que significa una «Escuela Laica» en esta España Constitucional, que se acerca a su vigésimo quinto cumpleaños, yo en este artículo quiero además dirigirme en particular a la señora María Dolores Otero por su carta al director publicada el pasado 6 de noviembre. España según su Constitución, ya no es confesional, sino que como todos los estados modernos -nada más y nada menos que desde las revoluciones Americana y Francesa- se definen como independientes de las iglesias, es decir laicos. Porque laicidad no es ni mas ni menos que eso, un principio fundamental de democracia, que asegura la libertad de conciencia, y la libertad de pensamiento, es la base para la aceptación en igualdad de todas las ideas y creencias y para el respeto absoluto entre creyentes y no creyentes, lo que debe tener como resultado la inclusión social de todos. De todos, María Dolores, no es cuestión de «mayorías» de bautizados, de papones, o de devotos de nuestra patrona la virgen del Camino, contra «minorías» que celebran las fiestas de guardar en los estadios de Futbol, por las carreteras a la playa o la montaña o en cualquier discoteca. Porque la Constitución si que recoge esa libertad religiosa, que usted reclama para celebrar la Semana Santa con procesiones por la calle, o la Navidad con belenes y villancicos a todas horas y en todos los rincones -supongo que para aumentar el consumo en fechas tan señaladas- pero la recoge al mismo nivel, que la libertad de tener otras creencias, religiosas o no religiosas. ¿O es que estas no le merecen a usted el mismo respeto que reclama para las suyas? ¿Volverán a prohibir las discotecas en Semana Santa? ¿O las películas de Santa Claus en torno al árbol de Noel? Por actitudes tan poco tolerantes como la suya, respecto a los que no piensan como usted, -¿qué ha querido decir con eso de que la Constitución comienza por reconocernos iguales sin serlo? ¿además racismo?- es tan necesario pedir una enseñanza sin imposiciones dogmáticas, una escuela basada en el respeto, la tolerancia, la integración de todas las culturas y la libertad de conciencia, es decir una Escuela Laica. Como usted misma dice «dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios» pero por favor ... cada uno en su sitio, las escuelas públicas deben ser el ámbito para educarnos en los valores que nos unen a todos, esos valores humanistas universales, en esa pluralidad y respeto de todos los derechos humanos. Naturalmente que el primer paso debe ser retirar de las aulas de los símbolos en los que sólo se reconoce una parte. ¿Deberíamos colocar los símbolos de todas las creencias que se practican en España? ¿Sólo las que se practican en León? Si después de 25 años, el Procurador del Común ha tenido que recomendar su retirada es porque todavía están indebidamente. Segundo las catequesis son muy respetables pero deben ser del ámbito privado, como libertad de conciencia de cada individuo, incluso de cada familia, es decir en la iglesia o el lugar que cada familia elija, pero fuera de las escuelas. Como nos recordó en la Biblioteca de la Fundación Sierra Pambley el pasado día 30, Francisco Delgado antiguo presidente de Ceapa, «En las Escuelas se sigue formando en el catecismo católico y lo largo de estos 25 años se ha ido consolidando una asignatura que imparten unos catequistas -pagados por el Estado pero controlados por los obispos- y además se han ido estableciendo diversas «formulas- castigo» para los niños y niñas «rebeldes» que no quieren asistir a catequesis en la escuela. Finalmente el actual Gobierno con su LOCE la ha dado la categoría de asignatura evaluable llamándola «sociedad, cultura y Religión» y con dos versiones la confesional y la no confesional, que en la práctica son casi lo mismo -en la no confesional se tendrá que analizar por ejemplo ... la importancia de la oración, de la trascendencia, de los dogmas, .... el hecho religioso como la fuente de nuestra historia ...-. Esto atenta contra las sentencias del Tribunal Supremo que a instancias de Ceapa y otras entidades, establecieron hace años que la religión no podía ser evaluada y que la posible «alternativa» no podía ser una asignatura obligatoria. Eso sería como si en la televisión a los que no queremos ver el partido de fútbol, nos obligaran a ver uno de baloncesto. Por eso Ceapa ha comenzado esta campaña presentado un contencioso administrativo contra los decretos que desarrollan la Loce en estos aspectos para conseguir su suspensión, y pretende llegar hasta el Tribunal Constitucional para que pueda dictaminar la inconstitucionalidad de enseñar un catecismo como asignatura -y del concordato suscrito con el Estado del Vaticano que nos lo impone-.