Comienza la carrera, demasiado pronto

LOS MOVIMIENTOS para ocupar uno de los puestos de salida en las listas del PSOE y del PP para el Congreso y el Senado de cara a las próximas elecciones generales del mes de marzo han comenzado algo antes de lo previsto. Oficialmente, nada se decidirá hasta enero, después de las navidades, pero los nombres se conocerán mucho antes. En el PSOE, un «desconocido» en el mundo político leonés, el juez José Antonio Alonso, ha sido el designado por el propio Zapatero para liderar la que quieren que sea una contundente victoria en León. Una vez decidido esto por el propio líder del PSOE, resulta curioso que se pretenda «vestir» con la celebración de asambleas locales y municipales, comisiones ejecutivas provinciales y regionales y demás comités y bases del partido la elaboración de unas listas que son enteramente decisión de los responsables del PSOE en Madrid y que, como mucho, cuentan con la opinión de los máximos responsables socialistas a nivel provincial y autonómico. Por su parte, la salida de Alfredo Prada de la carrera por situarse en lo más alto de la lista al Congreso, deja a Mario Amilivia el campo bastante más libre para ser el elegido. Sin embargo, el hecho de que no sea alcalde en la actualidad sirve a muchos de sus enemigos políticos, dentro y fuera de su partido, para recordar que el PP llevaría con él la imagen de la derrota. Esto tampoco es justo, porque Amilivia ganó las elecciones en León, aunque no obtuviera la mayoría absoluta. Los otros dos candidatos para encabezar la lista, Juan Morano e Isabel Carrasco, son más del gusto de la presidencia provincial del PP, aunque en el caso del que fuera alcalde de León durante muchos años, su nombramiento sería un retorno al pasado que tendría difícil explicación. Por último, la UPL dejará la decisión oficial de su cabeza de lista, casi con toda seguridad, para el mes de enero, al igual que el PP y el PSOE. Entre los leonesistas, nadie con peso en el partido quiere esta patata caliente. Por eso, cuanto más tarde se decida, mejor, porque existen otras opciones si la cosa se pone muy fea, como por ejemplo no presentar lista a los comicios.