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Publicado por
RAMÓN PI
León

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LOS nacionalistas y los socialistas catalanes atribuyen al Partido Popular en general -y a José María Aznar en particular- la responsabilidad del crecimiento de Esquerra Republicana de Catalunya, por su intransigencia, su antipatía y su fomento de «una España excluyente de todo lo que no es el núcleo central», por usar palabras de Jordi Pujol publicadas ayer mismo. A primera vista estas acusaciones suenan a excusas de mal pagador, como suele decirse, de los partidos que han experimentado un descenso importante en las autonómicas del día 16, y necesitan transferir a otros las responsabilidades y las culpas de la nueva situación en la que ellos, los mayoritarios, han de depender de los pequeñitos envalentonados, que ahora les ponen condiciones. Obviamente, ni Pujol, ni Mas, ni Maragall, ni Rodríguez Zapatero van a aceptar que todas estas calamidades les ocurren por su propia torpeza. La culpa ha de ser de otro. ¿De quién? Del PP, que en Cataluña ya lleva decenios siendo lo que en un dicho catalán se llama «el asno de los golpes», o sea, el que recibe todos los estacazos. Pero veamos: supongamos que el PP ha estado muy intolerante con las demandas de los nacionalistas que no son Esquerra Republicana de Catalunya. ¿Habría detenido esta política las exigencias separatistas del populista Carod-Rovira? Ciertamente, no. Más bien las habría acentuado, porque ERC no tiene otra oferta que hacer al electorado que la independencia -tiene otras, como, por ejemplo, la honradez en la gestión del dinero público administrado por la Generalidad, pero en eso sí que el PP no tiene nada que ver-. Por otra parte, una política que diera alas a las reclamaciones de CiU y de Maragall habría, sin duda, estimulado sus exigencias, porque una característica del nacionalismo es su propensión inevitable a la independencia. ¿O no? De todo lo cual se deduce que, en realidad, de lo que se quejan Pujol y Maragall, pero sobre todo Pujol, es de que el PP, en lugar de ponerles fácil la reclamación de la independencia a ellos, han favorecido la reclamación de la independencia a ERC. Lo que parecen incapaces de entender es que el PP y Aznar no están en absoluto por la independencia de Cataluña, la pida quien la pida. Y Zapatero haría bien en tomar nota de esto.