Intereses de señoritos

EL PRESIDENTE del Gobierno, José María Aznar, ha cancelado su esperada visita a León por cuestiones de agenda que tienen que ver con asuntos de honra militar a los muertos en Irak. Como no se puede comparar una cosa con otra -por mucho que duelan las decenas de muertos de la N-630 durante estos años-, hay que resignarse con que el presidente del Gobierno de la nación anule una visita que muchos de sus compañeros ideológicos esperaban como algo celestial. Pero lo que más puede indignar a los leoneses es que al parecer las obras de la León-Benavente terminaron hace más de dos semanas y que, por cuestiones de agenda de Aznar, no se hayan abierto todavía los dos tramos que faltan. «¡Qué mas da si son dos días más, veinte o treinta cuando se ha adelantado en más de cuatro meses el plazo de terminación de la obra!», deben pensar los correligionarios del mandatario vallisoletano. Pero ¿daría igual si este fin de semana hay un accidente con muertos en el tramo que aún sigue cerrado pese a estar terminado? Los gobernantes juegan de forma peligrosa con algunas cuestiones y ésta es una de ellas, olvidando lo que opinan del común de los ciudadanos. Lo triste es que éstos no hacen nada, se conforman conque esté terminada antes de que sufran ellos o sus familiares y conocidos un accidente fatal. El egoísmo de las gentes es lo que aprovechan algunos políticos. Dos días después de abierta la autovía, nadie se acordará de los muertos. Sobre lo de la visita fallida de Aznar, debe ser que aún no debe estar listo ese proyecto tan famoso de la escuela de pilotos -más bien de mecánicos- y que, como vino por última vez, León no toca. Será por cuestiones de agenda; mejor no buscar más explicaciones sobre lo que hacen los señoritos, no vaya a ser...