Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

EL PRIMERO de diciembre pasado publicaba el Diario de León en esta misma sección un artículo mío con el título «La destrucción de la identidad leonesa». Este artículo era la reacción espontánea a una noticia publicada en el mismo diario sobre libros de texto. Posteriormente, con la voluntad de profundizar todavía más en el tema, que considero de suma importancia, he querido comprobar con los libros en la mano el calado tan profundo de la ocultación de nuestra historia y esto es algo de lo que he encontrado: El libro de sexto de primaria de la Editorial Anaya lo que dice del Viejo Reino es lo siguiente: «Reino de Asturias, que más tarde se llamó Reino Astur-Leonés y, después Reino de León. Es decir, exactamente tres palabras, nada más. Por supuesto, el texto no menciona a ningún rey leonés. El libro de segundo de secundaria de la Editorial Oxford menciona el Reino Astur-Leonés para pasar directamente al Reino de Castilla. Para nada menciona al Reino de León ni a sus reyes, como si no hubieran existido. No termina aquí la ocultación. Lo que sigue es aún peor. Con referencia al arte románico dice lo siguiente. Pintura: pone como ejemplo las pinturas de la catedral de Seo de Urgel, Lérida; escultura: el ejemplo es el capitel de la catedral de Gerona; arquitectura: el ejemplo es la Catedral de Santiago. Ni una sola palabra de San Isidoro, considerado el monumento más importante del románico. Ni una sola palabra de las pinturas del Panteón de los Reyes, consideradas la capilla sixtina del románico. Aunque no es creíble, ni una sola mención al amplio y grandioso románico que hay en Zamora. Aún queda tela para cortar en el mismo libro. Con referencia al arte gótico dice lo siguiente. Vidrieras: pone como ejemplo las de la catedral de París; escultura: el ejemplo es la Virgen con Niño del Museo de Burgos; arquitectura: el ejemplo es la fachada de la Catedral de Reims. No menciona la Catedral de León, la más bella, la más pura del gótico. Las vidrieras de la Catedral de León, consideradas las más importantes del mundo son también ignoradas. Esto es lo que estudian los jóvenes leoneses, cualquiera puede comprobarlo. Es realmente asombroso, tanto como indignante. Se dice que los libros de Historia del País Vasco son pura fantasía porque su contenido es auténtica mitología y cuentos inventados. ¿Qué podemos decir de los libros de Historia de esta comunidad autónoma? Sólo que algo huele muy mal en esta tierra Como no se puede alegar ignorancia al hacer los textos, no queda más remedio que creer que todo está planificado minuciosamente por unos políticos que han querido provocar y despreciar a todo un pueblo al que quieren destruir de raíz. Llegan incluso al desprecio personal. Ejemplos no faltan. Baste leer las declaraciones del ministro de Fomento, señor Álvarez Cascos, publicadas por el Diario de León el pasado 30 de noviembre, mofándose del alcalde de León, señor Francisco Fernández, diciendo que éste quería un aeropuerto galáctico en León. La falta de respeto y la prepotencia de muchos que tienen el poder parecen sus únicas señas de identidad. Claro que no hay prepotentes solamente fuera. En casa también los tenemos. El mismo día 30 de noviembre aparecieron en la prensa las siguientes declaraciones del anterior regidor leonés: «En León existe un sentimiento muy leonés, desde el punto de vista de la historia, de la herencia del antiguo Reino. Tenemos que ser veladores de lo que es la identidad leonesa». Estas palabras demuestran que este señor es capaz de entrar en una iglesia y tratar de engañar a Dios. Continúa el ex regidor: «Sin embargo, denuncio la manipulación que se hace a veces de estos debates por fuerzas políticas que consideramos estrictamente leonesistas y que buscan más la confrontación, los réditos electorales que la propia solución del problema». Todavía continúa el exregidor diciendo que la segregación de León de la autonomía es practicamente imposible, que los 21 años ha consolidado la unión y que ni siquiera la UPL pide la separación. El ex regidor de León ha estado despreciando y marginando durante varios años a los leonesistas, incluso siendo socios de su gobierno. Ahora, que ya no es alcalde, se dedica a difamar a la UPL y a sus dirigentes, en especial al señor José María Rodríguez de Francisco. Les llama manipuladores, les culpa de los problemas de identidad leonesa. Da a entender que los leonesistas han sido los autores materiales de los libros de texto. Inaudito. Todavía no ha asumido que ya no es alcalde de Leó. Aún no sabe que su soberbia y su falta de respeto a los demás hizo imposible un pacto con el PP. El gran escritor francés Emilio Zola retrató perfectamente en una de sus mejores obras, La bestia humana , el sentimiento interno de un humano que gozaba matando a otros seres humanos. ¿Cómo llamaría Zola a aquellas personas que están matando a todo un pueblo, destruyendo sus raíces de identidad hasta la desaparición más absoluta? Esta es la política que la autonomía de Valladolid lleva despiadadamente desde el año 1983 en la región leonesa, una política que está consiguiendo que el pueblo leonés se haya vuelto indiferente a su suerte y resignado a una larga e inevitable agonía. Los políticos, todos los políticos, saben muy bien que sin libertad no hay democracia. Y aquí no hay libertad, la ocultación de nuestras raíces históricas, la falta de competencias para decidir sobre nuestros asuntos, etcétera, son muestras evidentes de ello. Que el pueblo llano y sencillo se vea impotente para actuar contra enemigos tan poderosos se puede entender, lo que no se puede entender es que aquellas fuerzas vivas de la región, que siempre tienen la boca llena con las palabras democracia y libertad, que tienen listas sus pancartas y sus banderas para salir a la calle ante cualquier problema del mundo ¿por qué no utilizan esos medios para solucionar los problemas de esta tierra? A todas esas fuerzas vivas quiero recordarles aquellas palabras que escribió el etnólogo Julio Caro Baroja: «Dificilmente se podrá encontrar en toda Europa una región en la que los elementos de la cultura se hallen tan en armonía con los datos de un pasado remoto como León».

tracking