Movilizaciones a la vista

UN DIEZ para todo el equipo. Y para el cuerpo técnico. Y para la directiva. Y para la afición. Fue la nota que otorgó el locutor de televisión al Ademar, en su encuentro de octavos de final de la Copa de Europa disputado en León frente al Celje. El equipo leonés sentenció la eliminatoria: 38 a 25. Una fiesta. El proyecto deportivo del balonmano leonés es tan sólido y está tan ahormado que hasta en los malos momentos ha merecido la matrícula de honor. Un ejemplo para otras disciplinas deportivas, algunas de las acuales están adiestrándose en la seriedad y el rigor del Ademar, como la Cultural tras la llegada de Ramón Fernández. Equipo, cuerpo técnico, directiva y afición son indisociables. En las victorias y en las derrotas. Sirva este introito del Balcón del pueblo para la felicitación. No sucede lo mismo en la minería, sector que atraviesa el momento clave para clarificar su futuro. Las fuerzas sociales, la patronal y las eléctricas insisten en las urgencias de tres puntos: inclusión de la actual producción en la reserva estratégica europea, prórroga del Plan del Carbón y acondicionamiento de las centrales térmicas a las nuevas normativas medioambientales. Los sindicatos han pedido el apoyo de los partidos políticos. Ya lo tienen de Rodríguez Zapatero y de Gaspar Llamazares, incluso han logrado vencer el silencio dilatorio de José Folgado, Secretario de Estado de Economía, quien mañana estará en León para rubricar nueve convenios con la Junta de Castilla y León, por importe de casi 50 millones de euros, tras su aprobación por el Consejo de Ministros. Sin embargo, el vicepresidente Rodrigo Rato, máxima autoridad del PP y del Gobierno en la materia, les ha puesto los cuernos. Los sindicatos mineros acudieron a Génova,13, para demandar más luz en las galerías negras del carbón. No se la dieron, sino que apagaron sus lámparas. Les recibió un tal Julio Sánchez Fierro, del que suponen que ni siquiera percibe el espiritu tenaz de la mina. Vamos, algo parecido a la directora general, Carmen Becerril, a la que no conocen en las cuencas leonesas. El Partido Popular convirtió la visita minera en semiclandestina. No permitieron la entrada a periodistas, cámaras y fotógrafos. Las movilizaciones son hoy más posibles que ayer. Porque ayer hubo movilizaciones, pero de otra índole: de cargos públicos y orgánicos, del PP y del PSOE, respectivamente, en León y en el Bierzo. Alcaldes y portavoces populares en la oposición municipal reciclaron su preparación en el urbanismo de los pequeños y medianos ayuntamientos. Y en Ponferrada se celebró el congreso comarcal del socialismo berciano. Tal y como estaba escrito en el guión, Antonio Canedo toma las riendas con un reto esencial: cicatrizar las heridas que han desangrado al PSOE comarcal en los últimos tiempos. Unas heridas menos graves de lo publicitado. De hecho, pueden exhibir unos resultados extraordinarios: salvo en Ponferrada, vencieron en todos los ayuntamientos importantes del Bierzo y consiguieron mayoría absoluta en el Consejo Comarcal. Una mayoría absoluta que algunos quieren fagocitar. Tal vez, el próximo paso sea la moción de censura. Demencial.