Familias y vieja guardia

YA PASÓ. El congreso comarcal del Partido Socialista que -al menos teóricamente- debe marcar el comienzo de un antes y un después en el socialismo berciano es historia. Una fecha más en el transcurrir de una formación que, por lo que dejaron entrever, sus principales responsables tiene bastantes cosas que replantearse. En todo caso, hay un par de aspectos en la composición de la nueva ejecutiva que de alguna manera merecen destacarse. Primero, la ausencia de representantes de la vieja guardia del PSOE berciano. Lo dijo Canedo por activa y por pasiva que juventud y renovación iban a identificar el nuevo organigrama, y la realidad está ahí. La vieja guardia va perdiendo peso -ya era hora- estarán pensando muchos sin ocultar cierta sonrisa de alivio y parece que en el futuro más inmediato van a contar aún menos. Aunque capacidad para hacer una pataleta sigan teniendo. Y en segundo lugar y al hilo de estas ausencias, es cierta ruptura con la tradicional y torpe manía de incluir contra viento y marea en la dirección del PSOE en el Bierzo a representantes de todas las «familias» del partido. Familias o sectas, porque algunos grupos casi parecen más cercanos en su comportamiento y actitudes a una secta que a una auténtica familia. Que si los afines a Conrado Alonso, que si los de Ponferrada, que si los que llegaron de diversas opciones de izquierda, que si patatín, que si patatán. Creo que esto es reseñable y seguro que también más de uno dentro del partido habrá saludado con agrado esta nueva práctica a pesar de que las familias y corrientes en el socialismo berciano seguirán existiendohasta el final de los tiempos. Me lo comentaba el otro día uno de los veteranos del partido y yo comulgo con esa forma de pensar. Ya es hora de dejar atrás las representaciones familiares y que el responsable, democráticamente elegido en asamblea, tenga las manos libres para elegir al equipo que más le guste, las personas con las que cree que más a gusto puede trabajar. Imagínese cualquiera que por ciertos peajes, pernadas absurdas adquiridas con el paso del tiempo tiene que elegir a una serie de gente que no le gusta excesivamente y en la que ni siquiera confía. O que abiertamente le cae como una patada en salva sea la parte. No es que se haya terminado de forma definitiva con todo eso, ni mucho menos, pero algo hay. Lo prueba también el hecho de que esta ejecutiva es muy corta. Dejando al margen a los dos miembros natos -la portavoz en el Ayuntamiento de Ponferrada, Charo Velasco y el presidente del Consejo Comarcal, Ricardo González Saavedra- la nueva dirección tiene únicamente ocho miembros, cuando lo habitual era dar cabida a bastantes más para tener contentos a todos los sectores. Sea como sea a la nueva ejecutiva comarcal le queda por delante un largo camino y no parece que precisamente de rosas. Lo primero y más urgente es pacificar el partido como se dijo el sábado e intentar devolver al seno del partido a tres ayuntamientos importantes: Bembibre, Barjas y Carucedo. 1397124194