Siniestralidad...

LA ALTA siniestralidad en las carreteras españolas, con tendencia creciente después de algunos años a la baja, obliga a tomar medidas de toda índole, también de carácter normativo. Y el Gobierno, tras una somera reflexión, opta por un endurecimiento brutal de la represión: podremos ir a la cárcel por una infracción y cualquier agente de la autoridad, con matizaciones, podrá retirarnos el carné de conducir, extremo éste que parece contravenir el derecho a la tutela efectiva de los tribunales. El principal partido de la oposición, sin embargo, propone un camino sensato que tiene la virtud de haber sido ensayado con éxito por otros países europeos: el carné por puntos. Cada infracción resta puntos al titular, y si los pierde todos deberá volver a someterse a un nuevo examen. En Italia, el nuevo sistema fue implantado este verano -junto a un abanico de medidas de control de las vías-, y en un primer momento la siniestralidad se redujo en un 50 por 100; pasado el tiempo, la bajada se ha estabilizado en el 30 por 100. En el Reino Unido se han cosechado frutos similares tras aplicar idéntica medida. ¿Por qué el gobierno no ensaya lo ya experimentado en otras partes, en lugar de criminalizarnos a todos con amenazas exorbitantes?