Listas y listos

LOS PARTIDOS engrasan ya la maquinaria electoral para que, después de las Navidades, no les pillen con demasiados deberes por hacer. Los que estamos ya preparados somos los electores que, una vez más, tendremos que conformarnos con votar siglas y no personas. Basta recordar el caso de las últimas elecciones autonómicas de Madrid para constatar que el sistema de componer las listas es manifiestamente mejorable. Los partidos deberían esforzarse por confeccionar sus listas con aquellos nombres que, presumiblemente, son más queridos por sus electores y no con militantes caracterizados por su capacidad para la intriga. A los políticos se les llena la boca con las listas abiertas pero la realidad sigue siendo otra bien distinta. Y así, a veces, se cuela lo que se cuela.