BURRO AMENAZADO
Bernis y la Maragatería
FRANCISCO Bernis, catedrático de Zoología de la Universidad Complutense de Madrid y fundador de la Sociedad Española de Ornitología, falleció en noviembre. Autor de una estupenda obra ornitológica, se sabe poco de su implicación con las aves de León. Hay que recordar que el primer científico que publicó datos sobre avifauna de la montaña fue un inglés, H. F. Witherby, en 1922. Tras desembarcar en Vigo, este colector británico sentó su cuartel otoñal en Riaño, previo viaje de cinco horas en diligencia desde León. Sus observaciones, publicadas en la revista Ibis, son interesantes: observa al quebrantahuesos, hoy extinguido, bajando a Potes, y comenta que la abundancia de perdices -roja y pardilla- es escasa, sin que los cazadores locales le trajesen ninguna, a pesar de ofrecerles buen precio. El profesor Bernis , en 1946, escribe en el Boletín de la Real Sociedad de Historia Natural un artículo titulado «Un mes de julio en Maragatería y Montes de León», fruto de sus prospecciones desde Santa Colomba de Somoza, cuna de su mujer, Cristina Carro. La descripción de la flora y la lista de 101 especies de aves reproductoras en el paisaje maragato de peñas, montes, brezos, secanos y sotos, demuestran sabiduría. Un rasgo de este trabajo es la pasión por los nombres vernáculos, los que los paisanos dan a plantas y animales. Elijo algunos de los más sonoros dedicados al volaterío de talla grande: águila corderera, gavilucho, bailadera, curro bravo, pernil, cachorla y moucho, apelativos maragatos de águila real, aguilucho cenizo, cernícalo, ánade azulón, alcaraván, ganga ortega y mochuelo. En la grey pajaril, me gustan: cholla, altavola, linacera, pimpim, calveta, budeviella, engarradiera y preto, apodos de grajilla, alondra, pardillo, pinzón, collalba gris, abubilla, agateador y acentor. El adusto matorral despierta en nombres bernisianos: chaguazos, tomillinas, urdeviellas, estepas, toyos, piornos y espinos de corales.