CANTO RODADO
El techo de cristal
LA DIPUTADA socialista Amparo Valcarce no ha visto cumplido su deseo de ser la cabeza de lista del PSOE por León al Congreso de los Diputados, a pesar de que en los últimos tres años y medio ha sido la voz más escuchada en la Cámara Baja en nombre de los leoneses y leonesas. Nada menos que 385 intervenciones parlamentarias sobre la provincia, sólo superadas por las 671 que presentó su compañero Manuel Fernández Zanca en el Senado. Él ni siquiera repite. Amparo Valcarce tuvo la valentía de lanzar el órdago por el primer puesto de la lista durante las vacaciones de verano. Y no lo hizo a tontas y a locas; no es la manera de ser de esta mujer de mentalidad jacobina. Abrió un debate en su partido y al final el secretario general tomó una decisión salomónica: para no herir al secretario provincial, Miguel Martínez, colocó en el primer puesto a un tercero en busca de concordia, el juez José Antonio Alonso. El comité regional entona el mea culpa porque sólo tres de las 18 candidaturas del PSOE en Castilla y León son encabezadas por mujeres, lo que demuestra que es el poder de los partidos el que hay que repartir para que las listas sean equilibradas. Las cuotas fueron un paso adelante, pero ahora son las mujeres las que tienen que romper el techo de cristal de las organizaciones en las que militan, si no quieren ser relegadas a puestos de conveniencia. El PSOE de León tuvo que hacer encaje de bolillos alfabético para conseguir que en la lista al Senado no se pusiera nadie por delante de la C de Canedo, el barón del Bierzo a quien había que compensar por los sudores de la limpieza en el Consejo Comarcal; aliñar la lista con una chica, por aquello del ¿qué dirán? -lo políticamente correcto- pero con la condición de reservar el último puesto para la M de Martínez. A Miguel Martínez y a Charo Velasco, número tres al Congreso, les ofrecen las mieles de un virtual triunfo. Si cosechan amarga derrota, se retirarán de puntillas a sus cuarteles municipales.