Barones y baronas

LA MISMA ilustre dama que se dirigió a sus escuchantes llamándoles jóvenes y jóvenas podría ahora hablar de parecida manera de los diez barones masculinos y femeninos de los que se rodea Zapatero para acometer la travesía que le separa de la fecha electoral. Zapatero se ha rodeado de diez pesos pesados a quienes aspira a utilizar como asesores en la campaña inicial que se viene iniciando con prisa y sin pausa. Hay claros barones, líderes regionales como Bono e Ibarra, algunos otros ilustres y veteranos socialistas como Peces Barba, Solbes y Moratinos. Y, además, el reciente fichaje que es Miguel Sebastián, y una respetable y no mínima cuota femenina que integran Magdalena Álvarez, Carmen Calvo, María Jesús Sansegundo y Carmen Alborch, completan el grupo de las diez personas a las que se ha encargado el diseño del modelo de gobierno, sus primeras medidas y el código ético de los altos cargos de una eventual administración socialista. Un diario destaca que se trata de diez notables identificados con la unidad de España, hombres fuertes del comité asesor que iluminarán los pasos del líder. Otro medio escrito los describe como «diez veteranos socialistas para diseñar un posible gobierno y escenificar una imagen de lealtad a España y a la Constitución». Es decir, que, cuando menos, ha conseguido un primer objetivo, el de llamar la atención sobre quiénes son y qué harán. Tampoco ha faltado quien observe que no hay ninguno de los miembros de la ejecutiva con los que Zapatero llegó a la dirección del partido: Ni Caldera, ni Blanco, ni Trinidad Jiménez, ni Sevilla ni Leire Pajín... Es una lista de notables, de personajes de indudable relieve y trayectoria. ¿Saldrá de ese grupo un eventual gobierno de Zapatero? No sería malo. Les falta una travesía del desierto llamada campaña electoral, que se viene desarrollando sin pausa. Si se trata de despertar interés, parece que los socialistas están teniendo mejor fortuna que Rajoy, que ya parece haber hallado distintos y variados portavoces para no tener que quemarse él mismo: Ana Mato, Javier Arenas y Gabriel Elorriaga ejercen de portavoces del candidato, convencido de que lo peor que pudiera hacer de aquí al 14 de marzo es cometer un error del que pudiera beneficiarse el adversario.