Diario de León
Publicado por
FERNANDO ALLER
León

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LA CONFORMACION de las candidaturas electorales continúa siendo tema de especial atención informativa. El PSOE ha sabido zanjar la cuestión con rapidez, sin dar tiempo a que las lógicas discrepancias de los apeados de las listas se hicieran ostensibles. Todo ha quedado en un runrún apagado por Rodríguez Zapatero. El Comité Provincial, máximo órgano entre congresos, ratificó por unanimidad (sólo una abstención de los 160 asistentes) los nombres ya conocidos: el juez José Antonio Alonso, la repetidora Amparo Valcarce y la concejala de Ponferrada, Charo Velasco. En cuanto al Senado, a los nombres de Antonio Canedo, alcalde de Camponaraya, y de Miguel Martínez, alcalde de San Andrés y secretario provincial del partido, se ha unido la concejala de Villablino, Ana Luisa Durán. Sólo el primero tiene garantizada plaza en el Senado. Los otros dos dependen de que el PSOE logre un voto más que el PP. ¿Cuneros también en el PP? En cuanto a los populares, Mariano Rajoy sigue sin soltar prenda. Se dice que no dará a conocer las candidaturas hasta que se disuelvan las Cortes, algo que ya se sabe que ocurrirá tras el Consejo de Ministros del día 19 de enero. Es probable que las circunstancias aconsejen publcitar la candidatura con antelación, más que nada porque esa es la única fórmula de abortar definitivamente las conspiraciones y de evitar que profundice la brecha que separa cada día con más virulencia a las distintas facciones. Esta semana la rumurología ha traído nuevos datos o sospechas. En los mentideros de Madrid se ha hablado de la posibilidad de que el puesto número dos de la candidatura al Congreso de los Diputados sea ocupado por Baudilio Tomé, un leonés que ha realizado tareas técnicas en Madrid, que curiosamente pregonó las fiestas de León siendo alcalde Mario Amilivia y que últimamente realiza trabajos más directamente relacionados con el partido, como la gestión de su Fundación o como miembro del equipo de campaña de Mariano Rajoy. Algún medio de comunicación de Madrid ha llegado a situar a Baudilio Tomé como cabeza de lista, algo que resulta poco probable. El PP nunca ha utilizado cuneros para sus candidaturas en León, personas que han desarrollado su tarea profesional y política fuera de la provincia y que, sin embargo, serían colocados como cabezas de cartel por el prestigio que lejos de su tierra se les supone haber alcanzado. La incursión de cuneros, máxime si son anónimos para la gran masa del electorado, siempre se ha interpretado como una descalificación de la cantera, de los que no han abdicado en su propia casa del trabajo por mantener viva la llama del proyecto político que representan. Los cuneros vienen a ser paracaidistas que transportan un mensaje de desprecio. Mala cosa. Lo ha hecho el PSOE al poner como cabeza de lista a un juez que como único aval político presenta la protección que le dispensa Rodríguez Zapatero. Claro que en este caso la diferencia respecto al PSOE es notable, ya que el auténtico cabeza de serie de León es el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, situación que ensombrece cualquier otra circunstancia. La colocación de Baudilio Tomé como segundo en la lista, sin embargo, propiciaría el aire de renovación que anuncia Rajoy compatible con la experiencia. Parece ser la última apuesta. El tercer candidato sería alguien del Bierzo, y aquí las espadas también siguen en alto. Nadie se da por vencido. Los nombres que suenan son los de Escudero, López Riesco o el de Trinidad García. El primero, que aspira a repetir, presenta el inconveniente de haber entrado en una guerra con víctimas por la supervivencia, que ha tenido su reflejo en la calamitosa división del Consejo Comarcal. A López Riesco le pierde la siempre cuestionada incompatibilidad entre los cargos de alcalde de un Ayuntamiento importante, como es Ponferrada, y el sillón de diputado. Además, juega en su contra una actitud que se interpreta como afán desmedido por conseguir poder alguien que debería darse una tregua para asentar su propia personaldiad política en el municipio. No es bueno creerse y atribuirse como éxito propio lo que cabe interpretar como voto delegado, ya que a nadie se le oculta que el vencedor moral de las elecciones de Ponferrada fue Ismael Alvarez. En politica, este tipo de personalidades dan miedo incluso a los amigos. Trinidad García, alcaldesa de Rioseco de Tapia, tiene la ventaja de ser mujer, que eso cotiza al alza, y de haber adoptado un papel neutro en la guerra visible, que no soterrada, por el poder. En todo caso, lo único evidente en el PP es que todo está muy confuso. Únicamente la presencia de Mario Amilivia como cabeza de lista gana enteros, sobre todo después de que Juan José Lucas anunciara hace unos días ante una nutrida representación de los populares que el exalcalde de León cambia de parlamento, del Senado pasa al congreso de los Diputados. Lo anterior no debe hacer pensar tampoco que Juan Morano esté amortizado. Morano, que no se ha significado precisamente por el protagonismo público como diputado, ha sabido rodearse de apoyos que, desaparecido Aznar, quien tanto le debe en León, presumiblemente le tenderán alguna red ahora. La candidatura del Senado, no se olvide, amplía las posibilidades para todos. El meritorio de la UPL Y la UPL. Los leonesistas han deshojado la margarita y ha salido «sí». Creen que tienen garantizados diez mil votos que ni siquiera por el supuesto argumento de la utilidad serían trasvasados a otras siglas. Votos que sin la concurrencia de la UPL quedarían huérfanos y cabreados, sin duda decepcionados. La decisión de la UPL abre una incógnita. ¿La opción de la candidatura perjudica más al PSOE o al PP? Se ha dicho con frecuencia que el partido leonesista tiene más votos entre la derecha que en la izquierda. De ser esto verdad, la decisión leonesista aportaría ventajas al PSOE. No hay que olvidar tampoco que José María Rodríguez de Francisco ha dicho que la mejor opción para León es votar a Zapatero. Si una parte de los afines a la UPL piensan lo mismo, no cabe duda de que el daño aún sería mayor. En todo caso, la confianza en las propias fuerzas es menguante, pareja con el nulo riesgo que los más destacados líderes están dispuestos a correr. Sin posibilidad alguna de éxito, ningún gallito de pelea, y no hace falta dar nombres, quiere ponerse en el círculo para ser desplumado. Los leonesistas concurrirán con un meritorio.

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