Elecciones, números y agua

YA ESTAMOS metidos en faena. Anunciarse la fecha de las próximas elecciones generales y comenzar los movimientos de toma de posiciones, ha sido todo uno. El PP ha sido la formación más madrugadura en desengrasar la maquinaria, todavía no muy oxidada por cierto, dado que las municipales fueron hace poco más de medio año. Representantes del PP comarcal no dudaron en pronunciarse para apoyar abiertamente al secretario provincial, Ángel Escuredo, como número dos por el Bierzo al Congreso de los Diputados. Y claro, como el PP berciano en estos momentos es algo así como la Casa de la Troya, lío al canto. Si Fátima López Placer y los suyos defendieron a capa y espada la presencia de Escuredo como número dos -o incluso como cabeza de lista- el presidente provincial, López Benito, enemido acérrimo de Placer desde hace tiempo, salió raudo al paso para pedir calma y recordar que debe ser el comité electoral provincial quien elabore las listas al parlamento. Y claro, el sector popular afín a la concejal cacabelense Beatriz Anievas, enemigos también de Placer y los suyos, salieron rápidos a decir que ellos también son parte del PP berciano, que no se posicionan y que no respaldan en concreto a nadie para la Cámara Baja. En todo caso, yo siempre he tenido la sensación de que esta especie de gran ansiedad que existe por determinar si un berciano -ahora hablo de todos los partidos- ocupará el número uno, dos o tres al Congreso o al Senado, es algo que, fuera de los estrictos círculos políticos, no tiene el más mínimo interés para nadie. Salvo para los propios interesados y quienes les respaldan, es obvio. Reto a cualquiera a q ue salga a la calle y pregunte al personal si tiene algún interés especial en en que mengano/a o zutano/a vaya en el puesto número uno o cinco. Me apuesto lo que sea a que la gran mayoría se limitará a encogerse de hombros o a hacer un gesto claro de que le es absolutamente indiferente esta cuestión. Es más, en unas elecciones generales como son estas, la ciudadanía vota pensando en unas siglas y en un partido no en la lista que le ha preparado su formación para el Congreso y el Senado. Insisto en que este asunto es para la inmensa mayoría de la gente -estoy seguro- una cuestión intrascendente. No así el tema del agua en Ponferrada en particular y en la comarca en general. Una vez más se ha demostrado que las redes de abastecimiento y conducciones están viejas, semirruinosas y precisan con urgencia ser renovadas. A finales de la semana pasada un reventón en las tuberías de la Mancomunidad en Cubillos dejó sin suministro de agua a más de 7.000 personas durante varias horas. Y en Ponferrada todavía se recuerda el enorme reventón que durante unas quince horas dejó sin una gota de agua a miles de vecinos y arruinó la jornada a decenas de establecimientos comerciales. Las redes de agua exigen inversiones porque ya no dan más de sí. Y cuanto antes, mejor.