EL BALCÓN DEL PUEBLO
Desfile de cargos públicos
NO HA comenzado la orquesta a tocar el vals y ya está llena la pista de bailarines. Se repetirá la historia probada y cierta del prólogo y desarrollo de la campaña electoral municipal del 25-M. León es provincia de atención prioritaria por parte del Gobierno y del PP. No en atender sus legítimas demandas, sino en la defensa, con uñas y dientes, de su primacía política. La estrategia está diseñada y pasa por el desembarco masivo de cargos públicos en León. No ha comenzado a tocar la orquesta, digo, y en la precampaña, salvo error u omisión, ya han ocupado la pista de baile la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo; la de Cultura, Silvia Clemente, que nos amenaza con volver; el de Educación, Guisasola; el faro azul de los populares en el País Vasco, Carlos Iturgáiz; la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudí, y mañana, para ampliar la nómina ilustre, estarán aquí Mariano Rajoy, candidato a la presidencia del Gobierno, y Francisco Álvarez Cascos, ministro dimisionario de Fomento. No me consta si el ministro pondrá la primera piedra conmemorativa del túnel que permitirá el vértigo entre León y Asturias, ni siquiera si la piedra es de la factoría de arte de su novia. Si en precampaña ya podemos exhibir un listado semejante, imagínense de aquí al 14 de marzo, fecha definitiva para el pronunciamiento de los ciudadanos en las urnas. Personalmente no tengo el mínimo reproche que hacer a este desfile oficial. Al revés: lo celebro. Ojalá que todos los años hubiese elecciones. Como me insiste un amigo pragmático, siempre quedará algo entre las uñas para la provincia. Hay otra razón: José Luis Rodríguez Zapatero es el generador de este valor añadido. Si no fuera el rival de Rajoy, ni el vara del socialismo nacional, tendríamos que copiar el eslogan desgarrador de «Teruel también existe». Prefiero creer que quedan pocos tontos en nuestro país, y menos en León. Aquí conocemos hasta las siglas del BOE. Creemos lo justo. Somos como los gatos: huimos del agua hirviendo. Con el precedente último, basta con echar la vista atrás, hace cuatro años, recordar el mitin de Aznar en el Polideportivo del Polígono 10, y mirar al cielo de León. Continúa siendo el más limpio y azul de España, incluido el Mediterráneo. No lo rubrica ni un sendero blanco de queroseno. Dicen que cada cual se lama su suerte como pueda. De acuerdo. Lo que no podrán es manipular las situaciones. La Federación Leonesa de Empresarios tomó en diciembre el acuerdo de conceder la Medalla de Oro de la patronal a Juan José Lucas, presidente del Senado. La patronal leonesa sustenta su concesión en el exquisito trato al sector empresarial, al que ha escuchado y siempre apoyó mientras fue presidente de la Junta de Castilla y León. Para evitar lecturas parciales, se la entregarán el 2 de febrero -lunes, 20 horas, Hostal de San Marcos-, pero no podrá quitarse de encima el ropaje de Duguesclin: ni quito ni pongo, pero ayudo. Si la Fele le condecora en León, Valladolid tendría que cubrir sus solapas de medallas.