Diario de León

EL RINCÓN

El holocausto de los pollos

Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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LOS MÁS pesimistas, entre los que no se encuentra el ministro Cañete, temen que pueda afectarnos la gripe del pollo, que no es ninguna gilipollez, ya que puede desarraigar la costumbre de coger una cada año. En Bangkok se han reunido representantes de los ocho países que por ahora sufren la epidemia. Quieren coordinar la lucha y propugnan el desarrollo de vacunas. De momento le han echado la culpa a China, como originaria del problema. Quién nos iba a decir que el peligro amarillo, que nuestros mayores creían que era Manolita Chen, iba a ser las repetidas camadas de pollitos. Unánimes, como los cisnes rubenianos, las pían desde que nacen hasta su clónica muerte en un asador de sesión continua. Veinte millones de aves no han podido cumplir su destino en lo universal: han sido sacrificadas. ¿Qué pasaría en un mundo sin pollos? Podríamos quedarnos hasta sin avecrém. Así como el perro es el mejor amigo del hombre, exceptuando al jamón, el pollo es el mejor amigo del pobre. Quedan lejos los tiempos en los que Carpanta soñaba con ellos. Ahora son la pesadilla de cualquier comensal solvente. Se acabaron aquellos pollos con sabor a pollo. Los mejores eran los que se criaban en las cercanías de los pasos a nivel. Cuando venían los trenes emprendían veloces carrerillas, lo que otorgaba a su carne una especial consistencia. Además comían granos de maíz y excrementos en buen estado. Luego vino la masificación y el pollo, como la nostalgia, dejó de ser lo que era. Por eso hay que pensar seriamente que esto de la gripe del pollo, que ya ha acabado con diez personas, es una venganza: estaban hasta la cresta de tanta masacre. Las cifras del holocausto son incalculables. En España empezamos a estar preocupados. Somos muchos los que desearíamos que nuestra última enfermedad, esa que no la cura ningún médico, tuviese cierto rango. No se le puede enseñar a un nieto la fotografía del abuelito y decirle que murió de la gripe del pollo. Eso estropea cualquier biografía.

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