Tiempo de fotos y titulares

JOSÉ FOLGADO, secretario de Estado de Economía, como buen zamorano de Benavente, es un asiduo de León. Casi tanto como el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, madrileño con todas sus raíces en Asturias. Hace unos días volvió José Folgado y la semana próxima lo hará Álvarez Cascos. El primero para visitar la Nueva Mina de la HVL, y el segundo colocará otra primera piedra, en este caso para solemnizar las obras de perforación de la panza de la Cordillera Cantábrica, que acortará las distancias entre León y Asturias a lomos del AVE. Estamos en tiempos de acaparar fotos y titulares. Es la precampaña electoral, o sea, la campaña misma. El secretario de Estado no necesitó en esta ocasión acudir al más difícil todavía, como en vísperas de las elecciones municipales, cuando ofreció una central de Biomasa en Omaña para el 2006. Le bastó con visitar a una empresa minera con excelente imagen. Sus propietarios la han cuidado con mimo. Han invertido en educación, en formación profesional, en vivienda, en economatos o en proyectos científicos y humanistas a través de su fundación. El último gran proyecto, la edición facsimilar de la Biblia Visigótico-Mozárabe, merece matrícula de honor. José Folgado bajó a las galerías de la HVL y luego, bajo la luz de los focos, ni siquiera agradeció la invitación. Fue un mudo. La minería leonesa tenía muchas interrogaciones que hacerle. Una, esencial, era definir el cupo de la reseva estratégica de carbón. Se limitó a responder: no hay que tener prisa. José Folgado no ha tenido prisa, qué va. Ha favorecido, como el equipo rácano que va ganando por la mínima, la pérdida de tiempo. El silencio de Folgado invita a la sospecha. Si tuviera buenas noticias que pregonar las habría vendido en precampaña. También acudió a León el presidene de la Agencia de Desarrollo Económico (ADE) de la Junta de Castilla y León, Juan Rodríguez Población. Presentó ante las fuerzas sindicales y la patronal Fele -¿se excluyó al CEL?- para presentarles el balance del 2003 en la provincia y las novedades de las líneas de ayuda para este ejercicio. Logró un titular magnífico: «León fue la provincia con más ayudas de la comunidad en el 2003». No ha mucho tiempo, desde este mismo balcón, voceé el clamoroso desfase en I+D+i entre Valladolid y León. Las estadísticas -ahora lo comprendo- son como las farolas para los políticos y para los borrachos. O como los bikinis: ocultan siempre lo que todos quieren ver. Y un flahs político: socialistas y populares ya han presentado ante la Junta Electoral Central sus listas a las elecciones generales del 14-M. El number one del PSOE, el magistrado juez José Antonio Alonso, el hijo del peluquero de El Crucero, está acudiendo a los actos para decir: yo soy el candidato, confío en no decepcionar. Su rival, Juan Morano, pide una campaña limpia, sin descalificaciones ni insultos. La dirección popular le entregó el décimo y el ex corregidor de León sabe que va a cobrarlo, aunque sólo toque la pedrea. Ha sido un gran indisciplinado orgánico, pero se ha reconvertido: «Los partidos tienen unas normas que hay que cumplir». Antológico.