Alegrías

LOS QUE SABEN que una tarde hojeando títulos en una librería bien dotada no es una tarde perdida conocen también el valor de esas colecciones de bolsillo con catálogo amplio y jugoso que año a año se va ampliando para desesperación del lector voraz cuya gula no es suficiente para acabar con tal festín de letras. Estas estanterías, que ya sólo se encuentran en grandes establecimientos porque el valioso espacio de la tienda pequeña va siendo arrasado por la dictadura de la novedad y el famoseo superfluo, dan casi siempre alegrías al cazador persistente. Las últimas son especialmente felices. En Letras hispánicas de Cátedra, que es decir ediciones críticas claras, documentadas y comprensibles, seleccionadas entre lo mejor escrito en español de todos los tiempos, acaba de aparecer Recuento de invenciones , antología de cuentos de Antonio Pereira con estudio preliminar y selección de José Carlos González Boixo. Un libro que coloca al villafranquino en el lugar que por justicia le corresponde desde hace tiempo, como uno de los grandes cuentistas en castellano del último medio siglo: un clásico vivo y un enorme ejemplar de ser humano. En la colección Austral de Espasa Calpe, que es el prestigio de un sello casi eterno, sale ahora El señor de Bembibre , de Enrique Gil y Carrasco en edición de Juan Carlos Mestre y Miguel Ángel Muñoz Sanjuán, autores también del apéndice didáctico de un volumen dirigido al estudiante que incluye un texto poco conocido y de gran interés de Ramón Sijé sobre el melancólico novelista berciano, al que se sitúa en la introducción «entre las mentes más lúcidas de la generación romántica». Dos novedades editoriales de autores bercianos que van a estar disponibles durante muchos años en los estantes de las librerías, para alegría del que sabe buscar.