Bush y el prestidigitador

SADAM Huseín era un sátrapa sanguinario, no hay que quitarle su mérito, pero ésa que era su principal característica la están diluyendo en otras muchas. Primero fue un tirano peligrosísimo para la humanidad y posteriormente, tras su apabullante derrota, pasó a ser un tirano sin peligro alguno. Después se convirtió en un proscrito errante, escondido en algún rocoso boquete de su país. Cuando le encontraron pasó a ser un piojoso, con pinta de anacoreta desnutrido y ojos de incendiario sin cerillas. Lo de ahora es mucho más original: le acusan de prestímano. El presidente Bush, en un alarde dialéctico, ha dicho en su primera entrevista electoral que Sadam pudo destruir sus armas antes de ser atacado, o bien mandarlas a otro sitio o hacerlas desaparecer por arte de magia. Cualquier cosa antes de reconocer que no las tenía. Ir con la mentira por delante siempre ha ofrecido un gran rendimiento político. Con ella se llega a todas partes, incluso al despacho oval de la Casa Blanca. Hay personas convencidas de que sólo la mentira es fuerte, ya que se impone por medio de la fascinación y la diversidad. Ciertamente es mucho más amena que la verdad, que siempre es única, pero quizá Bush se haya pasado un poco en su intento de hacerle creer al mundo que su guerra, a la que estamos asistiendo en calidad de estrellas invitadas, era tan legal como inevitable y necesaria. Ya no se lo cree nadie y entre los incrédulos hay millones de norteamericanos. John Kerry, senador por Massachussetts, triunfante en las primarias de Michigan y Washington, está empatado con él en las encuestas. El candidato demócrata fue un héroe de Vietnam. Uno de los muchos héroes que pueden presumir de haberlo sido. En cambio, Bush se libró de estar presente en la que sin duda no fue «la más alta ocasión que vieron los siglos», pero sí la que más vidas le costó a Norteamérica. A Bush le libró su padre, alegando que era estrecho de pecho o de mente, ya no me acuerdo. El hombre que ahora acusa a Sadam de prestidigitador se quitó de en medio.