CANTO RODADO
La realidad está clausurada
QUEDA clausurada la realidad e inaugurada la campaña, con dovelas de adorno, urnas de cristal y cintas a la antigua. Los candidatos ya son vedettes de ocasión: Rajoy con gafas de plástico y cartón y ZP reducido a unas siglas que, mal o bien, darán que hablar, que es de lo que se trata. Al más puro estilo yanqui. Los dos se disputan el mismo electorado -el ambiguo y decisivo centro- para obtener el contrato de uso y disfrute de La Moncloa en los próximos cuatro años. Uno va de nuevo -Rajoy, vicepresidente en los últimos años con Aznar, hace como si nada fuera con él excepto los logros- y el otro es nuevo. Pero entre promesa y promesa, la realidad política se asoma esperpéntica en la provincia. En el Bierzo se perdonan (los socialistas) y dimiten (el agraviado Escuredo, que tanto hizo por el PP en el Bierzo). En Villaquilambre reina el desgobierno desde que su alcalde decidió presentarse a una moción de confianza, sabiendo que la iba a perder, y optó por no marcharse (cosa muy democrática, según su protector) cuando la perdió ¿?. Aferrado al sillón en funciones, Lázaro García Bayón pidió desde la UPL la cabeza de Miguel Hidalgo en el PSOE antes de que este moviera un dedo. Por sospechoso: Bayón e Hidalgo son enemigos reconocidos desde sus tiempos de alcalde-secretario. Y los socialistas se la pusieron en bandeja a lo preventivo. Un peón para salvar a la reina, que es la Alcaldía de León. A Hidalgo su partido le había compensado con un sueldo en la Diputación por no ganar las elecciones, lo que a su vez hizo montar en cólera a militantes de Villablino y Omaña y especialmente al alcalde de Murias de Paredes, que aspiraba a ocupar su lugar en el Palacio de los Guzmanes. La madeja está tan enredada que lo único que se atisba claro y meridiano es el tufillo de intereses personales y personalistas que han puesto por encima de los servicios y necesidades de la ciudadanía.