TRIBUNA
Los trabajadores del Hospital San Juan de Dios tienen la palabra
DESDE el inicio del llamado por muchos «conflicto de San Juan de Dios», la dirección del Hospital decidió mantenerse al margen de los medios evitando realizar manifestaciones que siempre pudieran resultar molestas o fueran interpretadas sólo como necesarias justificaciones de una de las partes afectadas. De ahí que, hasta ahora, hemos preferido adoptar una postura de silencio y prudencia ante las reiteradas e interesadas y partidistas manifestaciones del comité de empresa. Ellos han sido prolijos en declaraciones como si por el hecho de repetir innumerables veces una misma mentira ésta pudiera convertirse en verdad. Dichas manifestaciones han llegado a tal nivel de descalificación que nos obliga a tener que manifestar en la prensa lo que a todos los trabajadores y al mismo comité de empresa ya se les ha comunicado en numerosas ocasiones. Los trabajadores del Hospital San Juan de Dios de León tienen la palabra, la penúltima palabra, pues la última, como no podría ser de otra manera, la tiene y la tendrá la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. ¿Conflicto en el Hospital San Juan de Dios? Que no se equivoquen los trabajadores, ni los medios, ni la ciudadanía en general. El conflicto está en algo muy sencillo: que el comité de empresa se quiere erigir, a título personal, en salvador del hospital y de los trabajadores exigiendo lo que la empresa no está dispuesta a conceder bajo ningún concepto por las razones que de manera reiterativa hemos manifestado una y otra vez. Destaco una de las muchas que ya hemos expuesto en otros medios: los trabajadores del hospital de San Juan de Dios son los mejor pagados del sector de la sanidad en León (hasta un 30% más), después de los del Sacyl. La Orden, pues a lo largo de la historia del hospital ha sido y es haber «excesivamente» generosa con sus trabajadores en este aspecto. Sin embargo, muchos de ellos y, lamentablemente, los sindicatos, no lo quieren reconocer. Vuelvo a recordar los presupuestos desde los que sería posible negociar la continuidad: 1.º Que la Junta de Castilla y León (Sacyl) nos garantice su continuidad desde la viabilidad económica y asistencial con el fin de apostar por llevar a cabo el plan director, en estos momentos paralizado, lo que supondría una fuerte inversión económica a todas luces necesaria e imprescindible. 2.º) Que el comité de empresa cambie de estrategia totalmente agresiva e insultante y, por tanto, perjudicial para con el hospital, su historia y sus mismos compañeros. Por lo tanto, solicitamos que cesen de forma inmediata sus comportamientos con voluntad de confundir y atemorizar a los trabajadores y faciliten la libertad de expresión para que toda la plantilla se exprese libremente sobre la propuesta de convenio laboral ofertada por la dirección del hospital. Sin una mínima garantía de clima laboral y de actitud solidaria y constructiva por parte de los trabajadores, especialmente de sus representantes sindicales, no será posible que el Hospital apueste por continuar desarrollando su labor que iniciara hace más de 30 años. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios no está dispuesta a seguir prestando su servicio en la sanidad de León si no se dan las mínimas garantías de futuro en la empresa, tanto por parte de los trabajadores como de lo que dependa de un futuro acuerdo con la Junta de Castilla y León. Con la Junta ya estamos negociando un posible acuerdo de viabilidad del hospital. Con el Comité de empresa nos ha sido totalmente imposible llegar a firmar el convenio para los próximos años. Nunca nos hemos negado a realizar una subida salarial, como ellos manifiestan; lo que no hemos aceptado ni vamos a aceptar es la cuantía que exige el comité de empresa. Decir que el Hospital ha sido intransigente es un bulo más y una ofensa a quienes nos tenemos que preocupar por mantener los más de 200 puestos de trabajo sin recibir nada a cambio. La Orden seguirá estando en León sólo si merece la pena estar, desde nuestro punto de vista: es decir, si el servicio que realizamos es de calidad y así es reconocido por los trabajadores, usuarios y sociedad. De lo contrario, si es verdad que el Hospital ha «explotado» y está «explotando» a sus trabajadores no merece la pena seguir un día más. En esto estaríamos de acuerdo en que hay que acabar de forma inmediata con esta situación. Si el comité de empresa cree que para ello se les debe conceder todo lo que piden, pronto es tarde para pensar en no continuar «explotando» a los trabajadores y buscar otra situación menos «opresora» para todos, para ellos y para la misma empresa. Y esto también ha sido considerado ante las autoridades sanitarias de la Junta: buscar una salida para que, de forma paulatina, los enfermos atendidos en San Juan de Dios sean derivados a otras instituciones públicas y/o privadas de León. Que un Centro sea sin ánimo de lucro no significa que no tenga excedentes suficientes para afrontar el futuro. La gestión realizada en los últimos años ha sido la adecuada para salir del déficit económico en el que el Hospital se encontraba. Si en estos momentos nos encontramos en una situación más favorable no significa que todo ya esté garantizado y se pueda reivindicar subidas salariales como si de una carta a los reyes magos se tratara. Los beneficios de los que hablan los sindicatos son insignificantes teniendo en cuenta el presupuesto del hospital y las necesidades inversoras que habría que acometer en un futuro inmediato. Desde aquí quiero aprovechar para expresar en público mi total agradecimiento y apoyo al Comité de Dirección del Hospital, particularmente a la persona del Gerente, por la gestión que están llevando a cabo en estos momentos que no ha sido otra que la de garantizar el futuro del hospital y la conservación, de momento, de los más de 220 puestos de trabajo. Son falsas, pues, las acusaciones de inmovilismo y demás calificativos dirigidos hacia la dirección por su postura en la negociación del convenio; precisamente, ha sido el mismo hospital quien ha hecho distintas ofertas para llegar a un acuerdo con el comité de empresa (con el anterior y con el actual). Dicho comité no ha sido capaz de moverse un ápice de su planteamiento inicial, lo que les llevó a solicitar la mediación del director de la oficina territorial de Trabajo. Ante dicha intervención fue, una vez más, el hospital quien aceptó, en términos generales, la propuesta del mediador. Y, de nuevo, el comité de empresa la rechazó, se levantó de la mesa y rompió las negociaciones. Luego, no es verdad que el hospital se haya cerrado en banda y no estemos abiertos al diálogo, pues en todo momento en que se nos ha solicitado una entrevista por parte de los trabajadores, siempre hemos acudido, bien desde el Comité de Dirección, bien desde la misma Entidad Rectora. Es muy significativo que por parte del comité de empresa se confunda la falta de acuerdo con la negativa a dialogar. Precisamente, tras varios años negociando, más no cediendo a las pretensiones del comité de empresa por considerarlas totalmente perniciosas para el hospital y para los mismos trabajadores, el hospital se vea obligado a hacer su propia propuesta a todos los trabajadores para que sean ellos quienes decidan en el conflicto. Es así que la Entidad Rectora está a la espera de poder conocer, de la manera más democrática posible, la opinión de la mayoría de los trabajadores con el fin de poder tomar la decisión que se crea más oportuna, en cuanto a seguir o no seguir con el Hospital. Una vez, conocida dicha opinión, será la Orden de San Juan de Dios, y sólo ella, quien decida cuándo y cómo cesar en su labor y actividad como centro sanitario.