EN BLANCO
Cerrar filas
DA la impresión de que ETA dicta el devenir político de este país. Aparecer la noticia del comunicado y convulsionarse todo el planeta político, fue todo uno. Aparecer el comunicado etarra y empezar el Gobierno y el PP a ordenar lo que tenían que hacer los demás, en func ión del contenido del comunicado, también fue todo uno. ¿Qué tal si antes le hubiesen preguntado a Carod Rovira, si es que no le otorgan menos credibilidad que a los terroristas? Cuando los intereses políticos y electorales así lo exigen, ETA es la única fuente de la verdad y lo que ella dice es lo único que tenemos que creernos, por encima de lo que diga el propio Carod Rovira y por supuesto de lo que digan Maragall, Ibarretxe, Zapatero o el súrsum córdam. La palabra de ETA es suficiente para que declaren otros que el PSOE ha roto el Pacto Antiterrorista, como hemos oído a Rajoy. Sólo a Maragall he oído decir que el comunicado es un mensaje-bomba contra la totalidad de los españoles por lo que la única reacción decente sería el posicionamiento unitario de todas ellas contra ETA para que la convivencia pacífica y democrática no se vea dañada. Uno no sabe cuáles son los designios de la banda terrorista, claro está. Pero lo que uno sabe es que una vez más ha acudido en auxilio del PP en el momento electoral en que más lo necesitaba. Sólo con este pensamiento, el Gobierno y el PP deberían haber sido infinitamente más finos y delicados a la hora de las reacciones y de las valoraciones. Tras la noticia, todo el mundo se ha pronunciado de nuevo y radicalmente en contra de ETA y del terrorismo, aunque supongo que a nadie le cabía la menor duda sobre el pensamiento de todos los demás. Pues eso debería bastar para cerrar filas, campañas electorales aparte, en torno al único objetivo, el señalado por Maragall.