EN BLANCO
Cambiar las leyes
MUCHAS veces se ha hablado ya del volúmen altísimo de viviendas vacías que hay en este país. Y en muchas ocasiones se ha puesto este hecho en contraste con las dificultades que encuentran muchos colectivos de acceder a una casa. Ahora nos cuenta el INE que en total en toda España, el número de viviendas vacías supera los tres millones, casi un 15 por ciento del total de casas censadas. Barcelona, Madrid y Valencia son las ciudades donde más hay y la mayoría son de particulares y comunidades vecinos. Ante estos fríos datos, algunos ya han hecho diversos planteamientos. Por ejemplo, no hace mucho circulaba la idea de penalizar a los ciudadanos que tengan casas vacías. Ahora, desde CIU, se propone que si los inquilinos dejan de pagar, la administración pague a los propietarios unos cinco meses de alquiler, tiempo que puede utilizar en solucionar sus problemas judiciales. T odas estas ideas parecen descabelladas. Nadie puede, ni debe entrar a valorar la bondad o la maldad de que una persona que se ha comprado una casa haga con ella lo que le dé la gana, incluido tenerla vacía. Por donde creo yo que hay que atacar es por el sistema judicial. Los propietarios, la mayoría, no alquila su casa, porque tiene todas las de perder si le dejan de pagar o le destrozan la casa. Hay que atacar por el lado de las leyes que permiten que eso suceda. Se dice que hay intención de mejorar eso, pero la realidad es que nadie está diciendo en serio qué medidas legales propone para que, ante el caso que comentabámos, no gane el que no cumple el contrato. La ley de arrendamientos que se aprobó en la época de Borrell era, sin duda, un paso en esa dirección. Pero está claro que su aplicación en la realidad ha quedado en papel mojado. Ataquen por aquí y olvídense de quitarle la casa al propietario o penalizarle por haber podido comprarla con su esfuerzo o con el de su familia.