Manifiesto pro ZP

POETAS, escritores, artistas, profesores, una representación de la cultura humana y humanista de León se dio cita ayer --13,30 horas, Hostal San Marcos-- para presentar un manifiesto de apoyo y aliento; de afecto, ilusión y confianza, a José Luis Rodríguez Zapatero para que el espiruitu más innovador llegue a La Moncloa. Un manifiesto suscrito por Antonio Gamoneda, por Eugenio de Nora, Amancio Prada, Benito Escarpizo, José Mª Merino, Juan Pedro Aparicio, Juan Carlos Mestre, Luis Artigue y otros. El acto de ayer no constituye un antes y un después. Fue la reedición del espiritu del 82, en el que una oleada de leoneses firmaron otro manifiesto para que un viento insabible de libertad acariciase las hojas de los árboles de Moncloa. Aquella generación se mantiene fiel a sus principios y compareció ayer escoltada por otra más joven y dinámica.Los presentadores previstos las encarnaban con absoluta fidelidad: Antonio Gamoneda y Luis Artigue. Dos poetas, uno consagrado y el otro buscando los senderos para llegar a besar la gloria. Gamoneda no pudo comparecer, pero envió un telegrama de adhesión. El binomio generacional continuó vivo con el duo Escarpizo/Artigue. A la presentación del manifiesto asistieron todos los candidatos socialistas al Congreso y al Senado. El aliento y la común voz de apoyo se parecen mucho a la terapia de un entrenador: hemos perdido este partido, pero no la Liga. Trasladado a la política: nos da por derrotados el CIS, pero no hemos perdido en las urnas. Me pidieron rubricar el manifiesto. Y acepté. Por dos razones: porque quiero que un leonés se instale en La Moncloa, y sobre todo, porque mi convencimiento profesional es absoluto: el periodista ha de ser, contra viento y marea, un controlador del poder, no látigo de la oposición. Controlando al poder se descubrió el agujero negro de Filesa, la aberración del Gal o a un chorizo como Roldán. Y controlando al poder se han acotado desmanes como los de Gescartera, las mentiras oficiales sobre el «Prestige», el Yak-42, la guerra ilegal de Irak o la sinvergonzonería ladrona del responsable portuario de Cádiz, capaz de zampar y beber cien millones de pesetas en tres años. Ahora, sin embargo, vale con la simpleza del encasillamiento. La hornada de aduladores y sumisos es inagotable. Pero acabo de leer, línea a líea, la comparecencia electrónica de Juan Morano con los internaturas de este periódico. Se declara no leonesista, sino agradecido a León. Suscribo sus respuestas. Juan Morano no fue nunca leonesista, sólo moranista. Y en cuanto a estar agradecido a León, es obvio: ¿Dónde iba a lograr, salvo en León, una proyección semeja nte?. Arrodilló al PP (antes AP) en tres legislaturas, pero le han premiado. Es la política. En otras actividades es distinto. Por ejemplo: Caja España le ha comunicado a José Escanciano el despido. Era responsable de Infomática en la entidad financiera y estuvo involucrado en la filtración del disquete -aunque fue absuelto judicialmente- al PP. Otros temas trascen dentes, entre ellos algunos contratos onerosos para Caja España, han determinado que le pongan de «patitas en la calle».